El sismo de magnitud 6,1 que se registró ayer domingo 15 de junio, interrumpió de manera abrupta la celebración del Día del Padre en Lima y el Callao. Según confirmó el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el epicentro del movimiento se localizó a 30 kilómetros al suroeste de la provincia constitucional del Callao y a una profundidad de 49 kilómetros, sacudiendo con fuerza la capital y generando una fuerte alarma en distritos de la costa central del país.

La profundidad de un sismo indica a qué distancia, en sentido vertical, se originó el movimiento telúrico dentro de la corteza terrestre. En este caso, al haberse producido a 49 kilómetros de profundidad, se considera un sismo intermedio: lo suficientemente cercano a la superficie como para sentirse con fuerza, pero con una distancia que ayudó a disminuir parte de su impacto.

La jornada festiva se transformó en minutos en escenas de pánico y preocupación. El temblor provocó la muerte de un hombre en el distrito de Independencia, luego de que una pared se desplomara sobre él mientras transitaba por la vía pública. Asimismo, el Minsa reportó que se atendieron cerca de 40 heridos.

En diversos puntos de Lima se reportaron caídas de objetos, ventanas y paredes agrietadas, además de cortes temporales de electricidad. Varios residentes salieron rápidamente a calles y parques buscando resguardarse. Diferentes centros comerciales y supermercados en distritos como San Miguel, Miraflores, y Surco evacuaron a sus visitantes como medida de precaución, mientras los equipos de Defensa Civil revisaban la infraestructura ante posibles daños estructurales.

Las redes sociales y medios digitales captaron imágenes de viviendas con paredes rajadas, productos caídos de las estanterías, techos de baldosas desplazados y grietas en pistas.

En la Costa Verde se notaron inmediatos deslizamientos de rocas y tierra, situación que llevó a las autoridades municipales a cerrar por varias horas algunos tramos de la vía que une los distritos de San Miguel, Miraflores, Barranco y Chorrillos.