El expresidente Enrique Peña Nieto negó rotundamente haber recibido sobornos por parte de empresarios israelíes para facilitar la venta del software espía Pegasus durante su administración. La declaración se dio luego de que el medio israelí The Marker publicó que dos empresarios, Avishai Neriah y Uri Ansbacher, presuntamente le entregaron 25 millones de dólares para asegurar contratos con el gobierno mexicano.
A través de su cuenta oficial de X, el exmandatario priista calificó como “totalmente falsa” la nota y aseguró que las acusaciones carecen de sustento. “Lamento encontrarme con notas que, sin el mínimo rigor periodístico, hacen afirmaciones a la ligera y dolosamente”, escribió. Agregó que las insinuaciones “carecen de sustento alguno” y dejó en el aire la interrogante sobre a quién podría beneficiar una publicación de ese tipo.
El medio, especializado en negocios y finanzas, publicó un reportaje en el que se detalló que Avishai Neriah y Uri Ansbacher consideraron la suma mencionada como una “inversión conjunta” en el entonces mandatario mexicano, con el objetivo de obtener acceso privilegiado a altos funcionarios y contratos con el gobierno federal, incluyendo la venta del software espía Pegasus.
Según la investigación, el vínculo entre Peña Nieto y los empresarios comenzó cuando Neriah fue nombrado cónsul honorario de México en Haifa, lo cual le facilitó el acceso al círculo cercano del gobierno mexicano. A partir de ahí, los empresarios repartieron su influencia: algunas autoridades federales fueron clasificadas como “pertenecientes” a uno u otro, y entre ellas se incluía a Peña Nieto, identificado con el alias “el hombre mayor” o simplemente como “N” en el laudo arbitral, presuntamente.