El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen (SITIAVW) convocó a sus integrantes a una reunión para este lunes en el edificio sindical de la colonia Aquiles Serdán, en Puebla, en un contexto de tensión por la falta de un acuerdo salarial entre la representación obrera y la empresa. La cita responde, según versiones extraoficiales, a la urgencia de definir si se prorroga el plazo para emplazar a huelga o, en su defecto, se decide estallar el paro a pocas horas de cumplirse el término legal.
Fuentes sindicales informaron que el organismo gremial evadió precisar el motivo del encuentro. Sin embargo, el ambiente entre la base refleja preocupación ante la posible huelga, que afectaría la producción y más de 7 mil empleos directos.
Hasta la noche del domingo, la negociación salarial entre la Comisión Revisora del SITIAVW y Volkswagen, instalada en Ciudad de México, no había dado resultados.
Presuntamente, la empresa estaría dispuesta a ofrecer un incremento cercano al 5 por ciento, mientras que la demanda inicial del sindicato es de 14 por ciento, se desconoce si ya redujo esta última proporción.
Al respecto, la líder sindical Hugo Tlalpan Luna no emitió comentarios públicos ni respondió a mensajes enviados por La Jornada de Oriente, lo que ha dejado a la base en incertidumbre. Por su parte, Hugo Zenteno Cervantes, secretario de Prensa y Propaganda, tampoco ha comunicado la postura oficial del gremio frente a los avances en la negociación.
La expectativa dentro de la armadora se agudizó ante la instrucción para que empleados de confianza trabajen a distancia este 18 de agosto. Paralelamente, han circulado reportes sobre la retirada de una cantidad significativa de vehículos de la planta de Cuautlancingo, en previsión a la colocación de banderas rojinegras que impediría la salida de unidades en caso de huelga.
El sindicato, por su parte, difundió la semana pasada el rol de guardias que deberá operar hasta el 31 de agosto, en caso de paro.
El antecedente inmediato de huelga en Volkswagen data de 2009, año en que 9 mil 375 trabajadores suspendieron actividades durante seis días, presionando por un incremento salarial superior al 1 por ciento ofrecido por la armadora. La negociación concluyó entonces con un aumento de 3 por ciento más un bono de 2 mil pesos.
Frente al histórico peso de la industria automotriz en la economía de Puebla y de México, el desenlace de este conflicto será crucial para la estabilidad de miles de familias y el cumplimiento de los derechos laborales en una de las plantas más emblemáticas del país.
Fuente. LaJornadadeOriente