Este martes 19 de agosto de 2025, a poco más de 650 días de la elección de 2027, la presidenta del Congreso de Puebla, Laura Artemisa García Chávez, inauguró oficialmente su nueva “Casa de Gestión Legislativa”, ubicada en la emblemática calle 11 Oriente 203 del Centro Histórico.Lo
anecdótico no fue solo la apertura de una casona remodelada con pisos relucientes y pintura fresca, sino la presencia y el respaldo del gobernador Alejandro Armenta, acompañado por una nutrida representación de Morena, el Partido Verde, PT, funcionarios estatales, municipales, diputados federales y locales, y líderes del magisterio.
La diputada negó enérgicamente que el evento fuera un lanzamiento anticipado para su candidatura a la alcaldía de Puebla en 2027, insistiendo en que se trataba de un espacio necesario para la gestión ciudadana: asesoría legal, jornadas de salud, cultura y capacitación. Sin embargo, la realidad del acto —el corte de listón seguido de una comilona para 300 personas amenizada con mariachi y porras— dejó una interpretación distinta en el aire.
La narrativa oficial marca distancia del activismo electoral, pero tanto señales como alianzas pasadas pintan otro panorama. No hablamos solo de un apoyo al trabajo legislativo, sino de un tejido de poder que se extiende entre plantillas de juventud y lealtades construidas.
El evento fue también el despliegue de un músculo político amplio: diputados federales y locales, líderes del magisterio, presidentes municipales y figuras de distintos partidos se sumaron; también estuvieron presentes líderes de cámaras empresariales, operadores, asesores y un largo etcétera de delegados y personajes políticos que acompañaron y brindaron su respaldo a la legisladora local.
La Casa de Gestión no es únicamente un servicio a la ciudadanía, como dijo la diputada García Chávez, sino una promesa tangible: un eslabón físico entre la legisladora y su electorado. Pero también es un preámbulo duro para los tiempos que vienen.
El alcalde de la capital Pepe Chedraui, quien acudió también a este acto, fue diplomático y matizó que “todos tienen derecho de levantar la mano” y, en su momento, ofreció su respaldo a la diputada García Chávez para las gestiones que necesite.
La Casa de Gestión inaugurada este martes cumple una función legítima de acercamiento ciudadano —con servicios concretos, visibilidad y estrategia legislativa—. Pero en el clima político poblano, es imposible divorciar lo institucional de lo electoral. La presencia de Armenta y la estructura aliada atrás de Artemisa proyectan un claro mensaje sobre quién se mueve primero en el tablero local.
En política, los escenarios se construyen con gestos, no solo con discursos. Y este martes, esos gestos hablaron claro.