No hay duda que el proceso interno en Morena, de cara a las elecciones intermedias de 2027, el cual se tendrá que llevar a cabo para definir candidatos a presidentes municipales, particularmente el de la capital del estado, será una verdadera cena de negros.
De hecho, estoy convencido que en el partido de la 4T algo grave va a pasar por tres simples y sencillas razones:
La primera, por el hecho de que la dirigente nacional de Morena, Luis María Alcalde Luján vino a darle prácticamente el banderazo de salida a quienes desean convertirse en presidentes municipales, y metió en la canasta -de la reelección- al actual edil, José Chedraui Budib, cosa que no gusta nada.
La segunda, porque el gobernador Alejandro Armenta Mier ya también parece haber dado su bendición, y la beneficiaria es ni más ni menos que la diputada presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado y de la LXII Legislatura, Laura Artemisa García Chávez.
Y la tercera, porque son muchos los aspirantes al mismo cargo y nadie les ha puesto un freno para evitar que hagan proselitismo, se adelanten y se den con todo al puro estilo del viejo PRI de antaño.
Porque todos los adelantados, aunque lo nieguen, tienen ganas de convertirse en el candidato o la candidata de Morena al a presidencia municipal de Puebla, y sueñan con ser los ungidos de alguna forma.
Y si a esto le agregamos la borrachera triunfalista de los comicios del año pasado, que a muchos aún les dura, las cosas se van a poner más peligrosas en Morena.
Allí están como mal ejemplo los Nachitos Mier, quienes con tal de participar en los futuros comicios han sido capaces de negar, una y otra vez, a su pariente el gobernador Alejandro Armenta, quien contrario a ellos lo único que ha hecho, desde que asumió el cargo, es ayudarlos.
Los Nachos deberían ya de dejarse de estupideces porque si a los amigos no se les niega, mucho menos a la familia.
Ayer, por lo pronto, la diputada Laura Artemisa inauguró su casa de gestión, ubicada en el Centro Histórico #203, de la 11 oriente, y en el evento estuvo presente el gobernador Amenta, así como la plana mayor de la administración estatal, además de diputados locales, federales, presidentes municipales, medios de comunicación, invitados especiales, tales como la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado (CDHE), quien puede estar ausente en cualquier caso de defensa de los derechos de las personas pero no para las pachangas, entre otros.
La legisladora, a quien se le ve como la favorita de la nueva clase política encabezada por el mandatario poblano, mostró el punch y logró una buena convocatoria para anunciar la apertura de su casa de gestión.
Posterior al evento oficial, Artemisa ofreció la clásica comilona, por lo que degustó un suculento plato de carnitas con todos sus invitados.
En resumen, diría que en el caso de las aspiraciones a la presidencia municipal de Puebla y la cargada a favor de la diputada, bien aplica aquello de “al buen entendedor pocas palabras”.
Y aunque falta mucho, ya veremos cómo es que se van dando las cosas en la interna de Morena, de cara al 2027, porque aún falta que se pronuncien e intenten negociar los ridículos de siempre, como Rodrigo Abdala Dartigues, el sobrino incomodo de Manuel Bartlett Díaz y quien es el delegado de Bienestar en el estado.
Asimismo, el barbosista de hueso colorado Gabriel Biestro Medinilla, y la directora de la Lotería Nacional, Olivia Salomón Vivaldo, quien más bien estaría pensando en la grande -al del 20230- y no en la chica.
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