Washington D.C. — En medio del cierre gubernamental más largo de la historia de los Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha solicitado a las principales aerolíneas del país que cancelen vuelos a partir del viernes próximo, debido a los graves efectos que está teniendo el cierre en el funcionamiento de las agencias federales clave que supervisan la aviación y seguridad aérea.
La medida surge como consecuencia de la paralización parcial del gobierno federal que comenzó a finales de diciembre de 2018 y que, hasta la fecha, ha afectado a miles de trabajadores federales que no han recibido su salario y cuya labor es esencial para mantener el control sobre los procedimientos de seguridad en los aeropuertos y la gestión del tráfico aéreo. La Administración Federal de Aviación (FAA), encargada de la regulación y supervisión de los vuelos en EE. UU., ha experimentado un grave reducido en su personal operativo, lo que ha llevado a la solicitud de la cancelación de vuelos como medida preventiva.
Impacto del cierre en la aviación
El cierre gubernamental está afectando a varias agencias federales, incluyendo la FAA, que se encarga de la autorización y la supervisión de vuelos dentro y fuera de EE. UU. Mientras que los trabajadores esenciales continúan sin recibir salario, los controladores aéreos y personal relacionado con la seguridad de la aviación se han visto sobrecargados de trabajo, lo que ha generado preocupaciones sobre la seguridad de los vuelos y el desempeño de la industria.
Las cancelaciones de vuelos a partir del viernes serán parte de un esfuerzo por minimizar el riesgo de accidentes aéreos y mejorar la eficiencia en el manejo del tráfico aéreo. Las autoridades gubernamentales indicaron que esta es una acción preventiva para evitar que el tráfico aéreo, ya de por sí afectado por el personal reducido, se convierta en un peligro para la seguridad de los pasajeros.
Declaración de la Casa Blanca
El presidente Donald Trump justificó la medida señalando que, aunque lamenta los inconvenientes causados a los pasajeros, la seguridad de la aviación es lo primero. “El cierre del gobierno está afectando diversas áreas, y no podemos permitir que los vuelos continúen sin la supervisión adecuada de los controladores aéreos y otros trabajadores esenciales que garantizan la seguridad de los viajes aéreos. Pedimos la colaboración de las aerolíneas para prevenir cualquier posible incidente”, señaló Trump en una rueda de prensa.
El presidente también destacó que, mientras dure el cierre parcial, las autoridades federales estarán evaluando constantemente la situación para determinar si la cancelación de vuelos debe ampliarse o si es posible restablecer los servicios con las debidas medidas de seguridad.
Reacciones del sector aéreo
Las principales aerolíneas estadounidenses, como American Airlines, Delta Airlines y United Airlines, han expresado su preocupación por la interrupción de los vuelos y la creciente presión que enfrentan debido a la incertidumbre creada por el cierre del gobierno.
“Este cierre ha generado un caos en nuestras operaciones, y la seguridad de nuestros pasajeros es nuestra prioridad. A pesar de nuestros esfuerzos para minimizar los efectos de esta situación, debemos reconocer que los vuelos pueden verse gravemente afectados si la situación no mejora”, dijo Ed Bastian, CEO de Delta Airlines.
Por otro lado, representantes de la industria aviación comercial han solicitado al gobierno federal que se llegue a una solución rápida para evitar el impacto económico que este cierre está teniendo sobre las aerolíneas y sobre la industria en general, que ya ha comenzado a reportar cancelaciones masivas y pérdidas.
Las consecuencias económicas del cierre
El cierre de 2018-2019 ya ha tenido un impacto económico severo en varios sectores de la economía de EE. UU., especialmente en trabajadores federales que no han recibido sus salarios durante semanas, así como en las pequeñas y medianas empresas que dependen de los contratos federales.
La industria aérea, en particular, ha sido una de las más afectadas por la falta de personal de la FAA, lo que también ha generado retrasos en los vuelos y una acumulación de tráfico aéreo, generando retrasos y cancelaciones masivas en vuelos nacionales e internacionales. Las aerolíneas están tratando de mantener sus operaciones, pero las incertidumbres en torno a la duración del cierre hacen cada vez más difícil planificar la continuidad del servicio sin afectar la seguridad.
Reacciones políticas
La oposición demócrata ha criticado la medida, señalando que el cierre del gobierno es una crisis artificial que el presidente Trump ha provocado a través de su negativa a firmar el presupuesto, exigiendo una financiación del muro fronterizo. Para los demócratas, la cancelación de vuelos es solo un ejemplo de los graves efectos que este cierre ha tenido en la vida diaria de los estadounidenses.
“Lo que estamos viendo ahora son las consecuencias de un gobierno dividido. Los ciudadanos y las empresas están pagando el precio de las decisiones políticas irresponsables”, comentó Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes.
Próximos pasos
El cierre gubernamental más largo de la historia de los Estados Unidos ha dejado de ser un tema de disputa política y se ha convertido en una crisis de seguridad y económica que sigue afectando a los ciudadanos y las industrias de todo el país. Si el Congreso no llega a un acuerdo para financiar al gobierno, es probable que las cancelaciones de vuelos se intensifiquen en las siguientes semanas.
La cancelación de vuelos como consecuencia del cierre gubernamental refleja la magnitud del impacto que esta crisis política tiene en la vida cotidiana de los estadounidenses. Las aerolíneas, las agencias federales y los pasajeros están pagando el precio de un conflicto político que no muestra signos inmediatos de resolverse.








