Hidalgo y Coahuila

Hay quien dice que las encuestas son de quien las paga, otros piensan que sigue siendo un método confiable para medir el sentir popular. Las últimas encuestas publicadas, tanto en Coahuila como en Hidalgo, daban un triunfo claro a MORENA en la votación global. La realidad fue bastante distinta. En Coahuila el PRI, sí, el PRI, arrasó con las Diputaciones Locales. En Hidalgo, aunque el pastel se repartió entre varios partidos políticos, la gran derrota se la lleva MORENA, al perder prácticamente todo.

Hay que tomar en cuenta que estos son Estados tradicionalmente Priistas, y para muchos el resultado no es una sorpresa, es simplemente el electorado regresando a su costumbre de votar por el mismo Partido.

Definitivamente MORENA sin López Obrador, deja de tener fuerza. La popularidad del presidente ha bajado en términos reales, obviamente, no en las encuestas pagadas y hechas a la medida. Pero a medida que pase el tiempo y los resultados en economía, salud y seguridad sigan siendo, como hasta ahora, desastrosos, la oposición al gobierno actual seguirá creciendo y se fortalecerá. Serán más los electores que quieran regresar al viejo médico, que, si bien nunca los pudo aliviar de su enfermedad, por lo menos no los dejaba morir.

Las siguientes elecciones van a estar muy alineadas con la tradición partidista de cada entidad, esto es, dónde el PAN ha sido tradicionalmente fuerte, lo volverá a ser, lo mismo con el PRI, PRD y hasta Movimiento Ciudadano saldrá fortalecido. Esto también tiene que ver con qué, tanto en Hidalgo como en Coahuila, la participación ciudadana fue muy poca, lo que refleja el hartazgo popular a la política, y que lleva al fortalecimiento de las estructuras políticas locales.

Esta elección también dejó al descubierto que, realmente, MORENA no tiene una estructura sólida como partido, sus disputas internas ya tienen afectaciones en sus resultados. Qué lejos están los tiempos en que sorteaban las candidaturas y aún, con el candidato que fuera, o hasta sin candidato, ganaban las elecciones.

Queda claro que en el 2018 ganó el hartazgo a un régimen corrupto, y en estas elecciones no ganó el PRI, perdió el mal gobierno que hasta ahora se ha tenido.

Tampoco se trata de que la oposición, que ya quedó claro qué si existe, pueda cantar victoria. Esta elección tampoco puede servir de referencia definitiva para el 2021, todavía pueden pasar muchas cosas, como lo es la lucha sin precedentes que, de hecho, ya inició el presidente López Obrador por aparecer en las boletas del 2021. También podemos esperar que se intensifiquen los mensajes y la manipulación por medio de redes sociales. En los próximos días vamos a observar una reconciliación al interior de MORENA, dónde todo volverá a ser Paz y Armonía y sus dirigentes harán como que no pasó nada.

En fin, para muchos opositores al régimen de López Obrador, este es un verdadero tanque de oxígeno, pues a pesar de que ni en Hidalgo, ni en Coahuila, existió un líder visible, el electorado si se hizo presente y votó como creyó que sería mejor, eso es democracia.

En todo el país se empezará a observar el fenómeno de que el electorado va a votar por el que consideren mejor candidato, independientemente del partido al que represente. Esperemos que sea el principio del fin de la hegemonía de MORENA y su máximo líder, el presidente López Obrador.