Pueblo con memoria

Algo muy extraño está pasando en el mundo. Desde una persona que, sin el menor pudor alguno, transporta los cuerpos desmembrados de dos niños de apenas 12 y 14 años, pasando por el descubrimiento de agua en la luna, un virus mortal, altamente contagioso, qué parece ya no importar mucho, hasta la legalización de los matrimonios igualitarios en una entidad, alguna vez muy tradicionalista y católica como lo es el estado de Puebla.

El mundo está cambiando muy rápido. La evolución de la sociedad ha sido una constante desde que el ser humano apareció por primera vez sobre la faz de la tierra. Ahora, pareciera ser que esa evolución se ha detenido y el ser humano se ha vuelto, cada vez, más emocional en algunos casos, y completamente insensible en otros.

Esto se está observando cada vez en la política, donde, pareciera ser, que tenemos un Gobierno insensible al dolor ajeno, como lo demuestra la falta de medicamentos a niños con cáncer. O en el caso de San Martín Texmelucan, la exigencia de Norma Layón para tratar de obligar que los comerciantes del Mercado Domingo Arenas paguen a $5,000 pesos el metro cuadrado de sus locales para “asegurar” su permanencia en dicho Mercado.

Mucho se ha hablado de la falta de tacto de la señora presidenta para con los texmeluquenses. Su gobierno, con el pretexto de la pandemia, se ha convertido en el que más cuotas exige a los comerciantes, establecidos y ambulantes, y se ha ganado la animadversión de todos los restauranteros y dueños de bares por las constantes presiones a las que los ha sometido.

Sí, estamos en la crisis económica más profunda de la que se tenga registro, y un gobierno insensible como el de Norma Layón tiene el descaro de presionar a los comerciantes del Mercado Domingo Arenas a pagar una cantidad importante de dinero, o pudieran perder sus lugares de trabajo. Vaya, se habla de que quiere vender hasta los pasillos.

Viniendo de una familia tan adinerada, se podría pensar que tendría una mayor sensibilidad para no exigir cuotas a comerciantes que apenas tienen ventas para sobrevivir, pero no. Parece ser que aquí si aplica el dicho de que quien más tiene es quien más quiere.

Se habla de construir un segundo piso en el Mercado Domingo Arenas y ahí trasladar a los comerciantes que ocupan la calle Hidalgo, obviamente con su respectiva cuota por metro cuadrado. Hay que reconocer que Norma Layón logró lo impensable, unir a comerciantes establecidos, ambulantes, tianguistas y a la mayoría de la población que ha sido afectada por el pésimo manejo de la seguridad pública, en su contra.

Hay políticos que siguen apostando a que el pueblo no tiene memoria. Pero sí la tiene. Este pueblo perdona, pero no olvida, y si olvida habrá quien se los recuerde. Es ofensivo que personajes de la política que han ocupado varias veces cargos importantes, y no han entregado resultados, sigan pensando que son la única opción para sacar adelante esta población.

Es un descaro que quien ha insultado una y otra vez la inteligencia de los pobladores siga pidiendo su apoyo. Hay políticos que de “nacos” no bajan a los habitantes de San Martín Texmelucan, pero se presentan como los iluminados, como los mesías, únicos capaces de sacar adelante este municipio.

Hay empresarios que quieren gobernar, cuando no se pueden gobernar a sí mismos, y a la menor provocación estallan en cólera y maltratan a quien esté cerca, como lo hacen con sus empleados.
Tienen tiempo para analizar a todos los aspirantes a gobernar el municipio. Ya sabemos que, no porque tengan ya un capital considerable, vayan a dejar de presionar para hacer sus negocios y beneficiar a sus allegados.

Ya sabemos que quien desprecia y mira a los pobladores hacia abajo, tampoco quiere el beneficio de quienes sobaja, sino el propio. Señores políticos, el pueblo tiene memoria, y tiene muy buena memoria.