Los estudiantes de nivel básico en Inglaterra regresaron este lunes a las escuelas en el marco del levantamiento gradual de las restricciones impuestas en enero para combatir la COVID-19.

Este tercer confinamiento fue más duro que el anterior y se implantó para detener la propagación de una variante del coronavirus más contagiosa, detectada en Kent.

Ante la restricción, los alumnos de Inglaterra habían tenido que seguir las clases desde casa, aunque los hijos de los trabajadores considerados “esenciales” sí podían asistir a clases presenciales.

El primer ministro, Boris Johnson, permitió a finales de febrero que reabrieran las escuelas, ante el descenso de los contagios y de los ingresos en hospitales.

Los primeros en volver a clases han sido los niños de entre 5 a 11 años. Les seguirán, escalonadamente, estudiantes de secundaria y de bachillero.

Se recomienda que los alumnos de secundaria lleven mascarilla. Además, tendrán que someterse dos veces por semana al test contra la COVID-19.

Johnson agradeció este lunes en su cuenta de Twitter a los maestros, padres, tutores y cuidadores por el trabajo que han realizado para que los niños sigan aprendiendo durante el virus.