Morena: la compra de voluntades

Morena: la compra de voluntades

El mundo, la economía, el intercambio de bienes y servicios, el crecimiento económico de un país funciona de un método específico, incluso desde antes de que encontráramos la manera para describirlo y medirlo. Es soberbio considerar que se puede mejorar todo lo que hay, sin entenderlo del todo. Los mejores ejemplos de crecimiento y productividad los podemos encontrar en la naturaleza misma, solamente es cuestión de observar y entender su funcionamiento.

Antes que nada, hay que entender que la medición de la economía, el crecimiento del PIB, las leyes de oferta y demanda, aunque son construcciones humanas, son elementos que están hechos para describir lo que ya era, no para tratar de manipular situaciones que obedecen a leyes universales, no hay que inventar el hilo negro.

La economía no es un invento del hombre, es la forma de explicar lo que sucede en la naturaleza y de qué manera se puede aplicar a la sociedad humana para buscar un mayor nivel de bienestar. La naturaleza nos muestra que la forma de crecer es produciendo, transformando los recursos. Basta observar una planta para ver como transforma el agua, la tierra y la luz del sol para desarrollarse y dar frutos.

Este gobierno ha sabido construir una percepción de que se está trabajando por mejorar la vida de los más necesitados, bajo la fórmula de dar apoyos económicos y qué casualidad que se incrementan conforme se desarrolla la jornada electoral. Cuando a un seguidor de este gobierno se le comenta la escasez de medicamentos para el cáncer infantil, responde diciendo que ahora se da el dinero a la gente para que compre las medicinas, lo mismo con las estancias infantiles. Defienden la política del gobierno bajo el argumento que ahora los apoyos se dan directamente a la gente, sin intermediarios o agradecen una beca o cualquier apoyo económico que les llegue justificando que otros gobiernos no lo hacían. Sin embargo, eso no es completamente positivo o productivo, por el contrario, es una descarada compra de voluntades por no llamarlos votos.

Lo más preocupante con la percepción de los seguidores del gobierno actual es que fervientemente creen que es el Gobierno de la gente y para la gente. Creen que trabaja activamente para erradicar la pobreza y la corrupción. Esto es lo más falso que existe.

Redistribuir la riqueza existente no servirá de nada mientras la gente no la vea como fruto de su trabajo, se ha demostrado en muchas ocasiones que la gente en general no utiliza correctamente el dinero que le llega sin esfuerzo. No buscan saldar deudas, educarse o invertirlo; en un gran porcentaje este dinero es gastado en cosas superfluas.

Regalar dinero crea más pobreza porque la gente se acostumbra a gastarlo, pero no a ahorrarlo o a invertirlo. Para un individuo autosuficiente los apoyos económicos serían intrascendentes, pero para alguien sin trabajo, sin una fuente de ingresos segura y estable, estos apoyos se conviertes en un modo de sobrevivir. Por esta razón, cuando incrementan las tasas de desempleo, cuando las empresas cierran, cuando los comercios ven mermadas sus utilidades, crece la dependencia de los apoyos del gobierno.
Las personas dependientes de estos apoyos mantendrán su perfil de pobreza mientras el dinero no les cueste, o consideren que “al fin habrá más mañana”. Además, el dinero actual se terminará ya que no se está produciendo más. Este ciclo de malas decisiones financieras puede ser roto a través de la educación monetaria y el crear conciencia en la preparación como factor de movilidad social.

Las políticas están encaminadas a crear una dependencia de la gente con el dinero que reciben a través del gobierno. Hay que recordar que el gobierno no produce dinero, el dinero lo producen los empresarios, sean de la nacionalidad que sean, sean del tamaño que sean. Una empresa en marcha crea riqueza y esta se reparte entre los participantes y personas a fin a esa empresa. El gobierno no genera riqueza, ni la distribuye, simplemente debe cuidar que exista seguridad en cuanto a leyes y normatividad para que las empresas puedan desarrollarse y generen riqueza.

El gran error de este gobierno, como lo es de la gente que se ha vuelto dependiente de los apoyos económicos, es pensar que siempre va a haber suficiente dinero para repartir, eso es falso. PEMEX pierde millones de pesos por segundo, hay muchas empresas que están al borde de la quiebra o ya quebraron.
El deterioro de la economía ya se siente en las calles. La delincuencia aumenta de forma exponencial, producto también de la falta de empleo, de la falta de oportunidades. Hay ya una generación de jóvenes que se están acostumbrando a recibir ingresos sin hacer nada, eso es muy peligroso para el futuro del país.

Para finalizar, recordemos aquella frase tomada de la Biblia, “ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Reflexionemos que clase de futuro queremos para nuestro país. ¿Un país de dependientes de los regalos de alguien más? ¿o un país de gente autosuficiente, capaz de construirse una vida de bienestar basada en su trabajo diario?