El blanqueo hormiga, la ruta del narco

Estimado lector (a), para nadie es un secreto, al menos no para los que vivimos en México, que en este país la realidad supera a la ficción, aquí deberíamos preguntarle al productor y periodista Epigmenio Ibarra su opinión al respecto de la deportación de Eduardo Arellano Félix, yo sí quisiera escucharla y a lo mejor de paso, tenga lógica la tan conmovedora imagen de Miguel Ángel Felix Gallardo en prisión, ese que todos vimos, ciego de un ojo, como si ahora sentir compasión por los criminales fuera un trabajo social de los medios de comunicación.

Suponiendo y aclaro, desde mi punto de vista, es decir, bajo mi hipótesis, en nuestro país últimamente están ocurriendo muchas escenas que parecen que están escritas por el buen Epigmenio Ibarra y que ya llevan un guión tanto mediático como político, porque escuchar todos los días la “mañanera” del presidente Andrés Manuel López Obrador, me ha enseñado a que todo lo que sale de su boca, no es producto de un personaje que ya no piensa; subestimar a quien esperó 18 años por llegar al poder, debería considerarse un insulto al intelecto de él, por supuesto y de su guionista estrella.

Algunas de las escenas que nuestro México está proyectando “casualmente”, pese a los números en contagios y en muertes por COVID-19 y lo que conlleva, como la crisis económica, ha alcanzado de manera descarada mayores envíos de remesas, dinero proveniente de Estados Unidos de América, supuestamente, fruto del esfuerzo de nuestros paisanos que tuvieron que dejar su país porque las condiciones laborales y económicas los obligaron y entonces el presidente nos lee unos párrafos conmovedores y sus seguidores aplauden ¿qué aplauden? No sé y creo que ellos tampoco.

Supongo que todos aplauden los récords históricos de las remesas que llegan a México, aún con pandemia, eso dice Andrés Manuel en sus conferencias matutinas, pero hay algo que no cuadra ¿por qué ni en tiempos de abundancia económica se alcanzaron esos porcentajes? Acaso, ¿la fórmula se invirtió y ahora a mayor desempleo, mayores envíos de dinero? ¿cómo le hicieron los migrantes mexicanos en plena crisis económica para aumentar las remesas, a qué santo se encomendaron?

Aquí además de la opinión del escritor de la novela Mirada de Mujer, también necesitamos la de los mejores economistas, porque la única hipótesis viable para explicar lo inexplicable, es que los cárteles mexicanos de las drogas y de todo lo que sea traficable, están utilizando el sistema financiero de las remesas, para “blanquear” o a términos más coloquiales, limpiar, las transferencias de dinero desde Estados Unidos a México, esto a través de la operación hormiga, esa que consiste en reunir muchos paisanos que envíen cantidades de dinero considerables pero no elevadas, gota a gota hasta llenar el vaso, y sí, a ellos les pagan por enviar su dinero al país, más “el extra” que se les pida.

Pero vamos por partes, según los que saben, la ruta del narcotráfico en el mundo, inicia con el cultivo de la hoja de cocaína proveniente de Bolivia, posteriormente pasa a la producción industrial en los laboratorios que estaban en Colombia y que ahora tiene Venezuela, así la distribución al mercado entonces “brinca” a Cuba y de Cuba a Miami.

México, tiene un lugar importante en la historia del narcotráfico mundial, desde sus inicios en Sinaloa en los años 40 y hasta la actualidad, hoy por hoy es el rey de la producción, distribución y comercialización de droga. Por eso las remesas están altas, por eso el lavado de dinero, aún con pandemia, es y seguirá siendo eje rector en el crecimiento económico del país, así que en Palacio Nacional, las palabras de López Obrador deberían ser: “históricamente estoy cumpliendo con el narco, está pactado, estoy lavando el dinero y hasta carretera en Badiraguato les construí”, pero como eso no lo va a decir, entonces le llama “crecimiento económico histórico”.

Aunque, las que si están diciendo mucho son las denuncias de diversos actores políticos del país, incluidos gobernadores, que piden la investigación de la intervención del crimen organizado en las elecciones del pasado 6 de junio ante la Organización de Estados Americanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Los dirigentes de los partidos PRI, PAN y PRD solicitaron el esclarecimiento de los hechos ante la OEA y de respuesta en la mañanera de ayer, escuchamos al mandatario del ejecutivo federal decir: “Todo eso es politiquería, es propaganda, ya no hallan qué hacer”.

Continuando con la historia de Epigmenio Ibarra que seguramente será un éxito después del 2024, al igual que “El Señor de los Cielos”, resaltan dos personajes que salieron a relucir estos últimos días, el primero es Miguel Ángel Félix Gallardo o también llamado “el jefe de jefes” y Eduardo Arellano Félix conocido como “El Doctor”, tío y sobrino respectivamente y sí cabezas en su momento, en el mundo del narcotráfico, antes incluso que sonara el nombre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, pero con la similitud de que a los 3 los une Sinaloa, la droga y Andrés Manuel López Obrador.

Eduardo Arellano Félix, ex líder del Cártel de Tijuana fue entregado este lunes por autoridades de Estados Unidos a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General de la República (FGR) en la frontera de Tamaulipas con Texas y ahí fue detenido nuevamente pero ahora por México. La semana pasada nos “conmovió” ver al tío, discapacitado, ciego y sordo pidiendo arresto domiciliario tras estar preso por homicidio, daños contra la salud, entre otros delitos y que sin temor a equivocarme, muy probablemente, saldrá libre, gracias al decreto que emitirá en pocos días el Gobierno de México, para liberar a presos torturados o mayores de 75 años ¿apoco no es casualidad?.

Y hablando de casualidades entonces que no se nos haga novedad que con el pasar de los días el pacto de este episodio llamado “deportación”, mucho tenga que ver con la triste escena del tío Miguel Ángel Félix Gallardo, mientras México solicitó a Estados Unidos, la deportación de Joaquín Guzmán Loera, quien en su momento fuera subordinado del “jefe de jefes” y que les repito, podría salir de prisión. Regresandonos así y “de buena voluntad” al ex líder del Cártel de Tijuana, simplemente porque en el país vecino del norte, pasó de ser un delincuente a un testigo protegido, mientras que en México podría ser delincuente protegido para liderar otra vez, los cárteles de la droga, pero eso lo sabremos, o tal vez no, con el transcurso del tiempo, recuerde que a los mexicanos nos suministran la información de acuerdo a los intereses de quien la difunde.