¿No que íbamos a ser diferentes?

¿No que íbamos a ser diferentes?

¿No que íbamos a ser diferentes

La pregunta incómoda que lanzó el gobernador Miguel Barbosa al alcalde Eduardo Rivera, después de dar a conocer que daría en concesión hasta por 10 años la publicidad en paraderos y pendones de la ciudad nos dejó a todos perplejos ante una relación que políticamente se venía manejando cordial, hasta este martes que se quebrantó.

Además del ¿no que íbamos a ser diferentes?, el gobernador remató preguntando ¿solo bajo persecución se portan bien?, mandando un mensaje claro y directo a lo que comúnmente conocemos como “o cooperas o cuello”, mensaje que por supuesto el presidente municipal entendió muy bien, tanto que puso en “pausa” su proyecto con las consesiones.

Ayer, tras anunciar la mencionada pausa, el gobernador nuevamente, optó por la postura tajante y dejó muy claro que el control político que Rivera Pérez pretende obtener a través de las obligaciones que generarían esas consesiones, no será permitido en su gobierno y nos hizo recordar la rígida relación que en su momento tuvo con Claudia Rivera Vivanco, antecesora del actual edil.

Esta situación puso en tela de juicio si la relación cordial que llevaban hasta antes de esta semana, Barbosa y Rivera, seguirá como al inicio de la administración de Eduardo Rivera, varios creemos que no será igual, algo se rompió, podrán seguir con el trato amable pero sin duda, la situación afectó al alcalde capitalino que tiene aspiraciones para el 2024.

En cuanto a esas aspiraciones y en caso de concretarse como candidato a la gubernatura, porque muchas cosas pueden pasar en el transcurso, de hecho ya están pasando, ¿con quiénes sí contará Eduardo Rivera? ¿Quienes serán parte de su equipo? ¿Le costará el puesto a alguien después de este sutil pero firme conflicto? Tiempo al tiempo, más temprano que tarde lo sabremos…