En Zacatlán de las Manzanas uno de los diez pueblos mágicos del estado de Puebla y por ende con mayor derrama económica gracias al turismo, algo o alguien no está haciendo bien su trabajo, al menos no desde la labor de la administración municipal que encabeza José Luis Márquez Martínez.
Esta es la segunda ocasión que José Luis Marquez es presidente municipal de Zacatlán, por lo que conoce el movimiento dentro y fuera de la comuna, sin embargo, a seis meses de haber tomado protesta, las cosas parecen no pintarle bien, luego del aumento de los asesinatos registrados desde su llegada a la presidencia municipal y que se presumen son actos cometidos a manos del crimen organizado que tampoco es nuevo en el municipio, pero que resalta ahora por el modus operandi de quienes están descontrolando la estabilidad social.
En medio año, Márquez Martínez ya lleva dos cambios de Secretario de Seguridad, lo que nos hace pensar que no está siendo omiso a la situación delictiva, pero no hay cambios en otras áreas igual de importantes como por ejemplo aquella en la que se maneja todo el recurso entrante y saliente del pueblo.
La tesorería, contraloría, gobernación, solo por mencionar algunas de las áreas más importantes, deben estar supervisadas por el alcalde bajo estricta lupa, ya que desde ahí opera la economía, la rendición de cuentas, las quejas hacia el ayuntamiento, los problemas externos y en general el control para que las cosas funcionen optimamente.
Pero, la situación que atraviesa Zacatlán de las Manzanas podría no ser tan ajena a algunos integrantes del gabinete; unos ligados a despojos en predios en otro pueblo mágico pero de Quintana Roo, a través precisamente de la Tesorería Municipal u otros que están relacionados a las apuestas millonarias en carreras de caballos, que entre propios y extraños es bien sabido que es entretenimiento de grandes mafiosos.
Lo único que es una realidad es que este pueblo mágico, ya no lo es únicamente por su gran atractivo natural, gastronómico, cultural y turístico, ahora lo es también por la aparición mágica de cuerpos embolsados o sin bolsa, mágicamente, desde que llegó la nueva administración.