Como dice Andrés Manuel López Obrador, “me canso ganso” de que la sociedad le exageró en la crítica durante el fin de semana en contra de la titular de la sección “Quién es quién en las mentiras de la semana”, Elizabeth García Vilchis, porque todo es parte de la campaña de los conservadores que quieren ver humillado al gobierno actual.

A la presentadora de los miércoles en la mañanera del presidente le llovió sobre mojado cuando fue captada infraganti junto a su esposo, René Sánchez Galindo, ex secretario de Gobernación municipal en Puebla, entrando por la fila de los privilegiados el domingo pasado para votar por su consejero idóneo, y de paso le criticaron el bolso que portaba, que según los gurús de la moda, cuesta varios miles de pesos.

Este miércoles García Vilchis, se aventó, como de costumbre, un discurso de pobreza franciscana mediática que consistió en tachar de farsantes a todos los medios de comunicación que han criticado lo que la 4T piensa implementar en materia económica.

La novedad no es esa, en realidad sería que García Vilchis explicara por qué entró por la salida y no se formó el domingo como simple mortal abanderada de MORENA, pero más allá de eso, que no destinara unos minutos para encarar a la prensa que le preguntaba por su bochornoso momento en Puebla y que mientras desmentía a Denisse Dresser por sus publicaciones en Twitter, no fuera coherente con aquello que su jefe pregona, precisamente en materia de austeridad.

No es falso pero le exageran aquellos que criticaron el valor monetario de un accesorio que complementó su outfit; no lo es que usara a su hijo de pretexto para “brincarse” la fila y entrar por la salida, aun cuando fue grabada y cuestionada por su actuar; no es falso pero si muy exagerado que le critiquen sus discursos, dicen, muy repetitivos y dicho sea de paso, con mala oratoria, todo eso y más, no es falso, solo exagerado.

¿Qué será de García Vilchis en el 2024? Me pregunto esto porque independientemente de un salario basto que pueda adquirir bolsos costosos, se debe tener valentía para tolerar la burla de la sociedad nacional con un papel tan mal desarrollado creado para esa finalidad, entretener, tal cual show televisivo de comedia, no la perdamos de vista, porque sin temor a equivocarme, reivindicarla será el siguiente puesto en su escalafón.