Esta historia trata de un pueblo muy basto, tan basto que cada sexenio es saqueado de una manera brutal y pese a eso, sigue brindando tanto sobretodo en materia económica a sus habitantes y gobernantes.
Pero hay una administración que destaca sobre las demás, más allá del tema económico porque sí, es un país muy rico y con mucho recurso natural, pero en tema de seguridad su presidente habita un palacio en un cuento de hadas, donde los abrazos abundan y le quitan peso a los balazos, esos que están de moda por las bandas delincuenciales.
El presidente, de nombre Andrés Manuel López Obrador, encabeza la peor administración de la que este pueblo llamado México tenga registro en los últimos años; era 2017 bajo la administración de Enrique Peña Nieto, cuando el<span;> Estado de México, Guanajuato, Jalisco y Michoacán encabezaron números escalofriantes en cuanto a ejecutados con poco más de 19 mil homicidios dolosos, pero 2021 se cerró con más de 33 mil asesinatos y lo que va de 2022 apunta a que este será el año más violento para nuestro país.
Todos los días en el cuento de hadas de López Obrador, se viven masacres que nunca antes se habían visto, la última la vivimos el domingo con el asesinato de 20 personas al interior de un palenque clandestino en Michoacán, semana antes en otro municipio de ese mismo estado, 17 ejecutados a las afueras de un funeral, donde hasta el momento no se sabe dónde están los cuerpos y como no hay cuerpo, no hay delito, por lo que desde el palacio que alberga al peor comandante que ha tenido México en su historia, nos dicen que los abrazos y no los balazos son característica de esta etapa de la historia del país.
Cuando parece que ya nada puede ser peor, siempre aparece una nueva ejecución, un grupo delictivo, una masacre y en riesgo, todos los periodistas que se dediquen a desmentir e investigar estos actos, donde también, ha sido el peor sexenio para ejercer el periodismo, con el mayor número de asesinatos en la historia para la prensa.
Tal parece que la frase “abrazos no balazos” es el eslogan de una nueva banda criminal que opera desde Palacio Nacional y que protege a todas aquellas pequeñas células delincuenciales, pequeñas a comparación de este monstruo llamado 4T, la actual matriz de todas las sucursales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana, Cártel de Sinaloa, Cártel del Golfo, entre otros, que se pelean entre ellas para ver quién vende más y gana más territorio, mientras su líder supremo entretiene al pueblo y dice que no pasa nada.