OPINIÓN

AMLO ya está vacunado contra la tercera guerra mundial made in China

¿De dónde se me ocurre afirmar que el presidente de la República Mexicana ya está vacunado contra el COVID-19?, al igual que otros presidentes y representantes de otros países del mundo como Estados Unidos de América, Rusia y China (el creador del virus y de la vacuna),  simplemente porque no es posible que un virus que muere con agua y jabón ¡no tenga vacuna! Es inadmisible que el presidente de México, el tercer país a nivel mundial con más muertos por COVID-19 no utilice cubrebocas y asista a todas las reuniones dentro y fuera del país como si no fuera una persona vulnerable ante esta pandemia o como si supiera que él ya es inmune.

¡Sí! Estamos viviendo la tercera guerra mundial disfrazada de pandemia, una guerra que no necesitó de armas ni proyectiles para acabar con la vida de millones de personas en el mundo; una guerra estratégica y planeada en demasía porque para su creador, China, una potencia mundial, mucho muy superior a Estados Unidos en tecnología y posiblemente en economía, aún no es tiempo, ni en contagios, ni en muertos para comercializar el antídoto de un virus creado por ellos, porque resulta ilógico pensar que crearon el virus y no la vacuna, algo así como cavar su propia tumba.

Situación que indudablemente en su momento será explotada por los gigantes farmacéuticos y de otras industrias porque el mundo entero está en crisis, pero también por los gigantes políticos y potencias mundiales para fines de lucro donde el que más tiene es el que sobrevivirá, las ganadores son indudablemente China y Rusia, mientras que los grandes derrotados son EEUU y Europa.

En el caso de México, la realidad es que nadie tiene el número exacto de contagios ni de muertos. No hay abasto, ni equipo médico en los hospitales. Tristemente los están dejando morir porque para el gobierno ya no es costeable rescatar a los enfermos, sobretodo aquellos que  presentan cuadros de otras enfermedades como lo son la diabetes y nuevamente sigue siendo increíble que el presidente AMLO ande como Juan por su casa y que su equipo cercano que ha resultado positivo a COVID-19 como Zoé Robledo, sólo requiera de unos días para recuperarse, mientras que a la mayoría les está costando la vida.

Es humillante que a costa de una pandemia, los partidos políticos con sus respectivos representantes y patrocinadores aprovechen la situación y se favorezcan tratando de maquillar la burda realidad, como por ejemplo el regreso a clases a través de TV; medios de comunicación que primero con el recorte de los tiempos oficiales y ahora con el jugoso contrato por transmitir temas educativos se han vendido a una futura elección presidencial que deberán apoyar para que el candidato del ya vacunado Andrés Manuel López Obrador sea el elegido.

Esta guerra, ya la perdimos, la perdieron todos aquellos seres queridos que han muerto a causa del coronavirus, los que no tuvieron acceso al sistema de salud tan precario que hay en México, los que nunca entendieron que no fue un invento del gobierno, los que no investigaron ni se informaron, la perdieron todos esos que aún viendo el desastre se atreven a decir que el COVID no existe y que un santito nos salvará.