A partir de este domingo arrancó el camino hacia el 2024, año en el que en Puebla habrá renovación de gobernador y el Partido de Acción Nacional (PAN) sabe que debe operar desde ya, si es que quieren tener buenos resultados no solo en la gubernatura, sino también en los principales municipios del Estado.
Esto tras la elección para dirigente estatal por el partido blanquiazul que se vivió el fin de semana, en la que no fue novedad que Augusta Díaz de Rivera, la virtual ganadora, se llevara el triunfo sobre Genoveva Huerta, ésta última, quien se retira entre escándalos y malos resultados al menos en las elecciones del pasado 6 de junio donde se le acusó de cobrar cifras millonarias por la venta de candidaturas y por los malos resultados en los principales municipios del Estado como Tehuacán y San Martín Texmelucan.
El triunfo de Augusta Díaz de Rivera, representa el antes y el después en la historia de Acción Nacional, al menos en lo que hace referencia al Morenovallismo, porque si algo caracterizó a Genoveva Huerta y a gran parte de su equipo de trabajo, fue precisamente su estrecha relación con Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso, por lo que ahora con el nacimiento del “Riverismo”, haciendo énfasis en Eduardo Rivera Pérez, actual alcalde de la capital poblana, se encamina al que podría ser “el gallo”, a la gubernatura en el 2024.
2024, año de sucesión federal, estatal y municipal, elecciones en las que se apostará el todo por el todo y Acción Nacional ya dio el primer paso, cambiar a su dirigente estatal que dicho sea de paso, cuenta con todo el apoyo del gobernador Miguel Barbosa y por supuesto con el de Eduardo Rivera, una unión que más allá de partidos políticos, representa los intereses de diversos individuos buscando llegar al tan esperado año.