La presidenta Claudia Sheinbaum defendió su postura de que el poder se debe ejercer con humildad, luego de la carta que publicó Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Le envió otro mensaje: “A nosotros nos juzga uno solo que son millones: el pueblo de México”.
En la carta, el también secretario de Organización de Morena, dijo: “Mis adversarios y los hipócritas conservadores que sólo suelen ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, mandaron a sus espías a fotografiarme y acosarme para así emprender una campaña de linchamiento político impregnada de odio, clasismo y calumnias”.
Admitió que se hospedó en un hotel donde pagó 7 mil 500 pesos por noche en un hotel. Y agregó: “No me extraña la agresividad del hampa del periodismo que es equivalente a la perversidad de la mafia del poder económico y político”.
López Beltrán agregó: “No somos iguales, nosotros no somos corruptos y en mi caso desde niño aprendí, posiblemente antes que otros, que el poder es humildad”.
Afirmó que “siempre valdrá la pena, y no es en vano, pagar una cuota de humillación cuando se lucha por una causa justa y en contra de los opresores del pueblo”.
A la jefa del Ejecutivo Federal se le insistió si no se sentía aludida por esas declaraciones. Respondió: “No, ¿por qué?”.
Pero tampoco quiso entrar en un debate particular sobre la carta, pero insistió en que la posición es el poder que debe tener la cualidad de aplicarse con humildad y sencillez, cualquiera que sea el cargo, desde la presidencia, como diputado, senador o alguno dentro de un partido político, en el que, recordó, son instituciones que reciben presupuesto público.
Al insistirle con el contenido de la carta, la mandataria federal: “No voy a entrar en el debate de la carta”, pero fue enfática en defender su posición “y esa ha sido siempre”, dijo.
Puso el ejemplo de lo que le dice a su equipo y colaboradores: “Nosotros somos ciudadanos con un encargo, pero somos pueblo. Tenemos una responsabilidad política. El poder se ejerce con humildad y a nosotros, ¿quién nos juzga? El pueblo y nosotros mismos”.
Al preguntarle si mantiene una buena relación con los integrantes de su partido, respondió: “Sí tengo buena relación con todos hasta con adversarios. Este no es un asunto personal”.
-¿Con qué adversarios tiene buena relación?
-Uy, si les platicara.
Fuente: Proceso