En medio de un año de consolidación fiscal e incertidumbre económica, la administración de Claudia Sheinbaum aseguró la continuidad de la austeridad republicana, impuesta durante el sexenio pasado, además de negar la imposición de nuevas cargas fiscales para la población, de acuerdo con su primer informe de gobierno.
En el documento, con datos a junio, la Ejecutiva federal aseguró que se han generado ahorros por 6.5 millones de pesos ante las medidas de austeridad que se han impuesto, además de asegurar que se mantienen finanzas públicas sanas.
En medio de un año de consolidación fiscal e incertidumbre económica, la administración de Claudia Sheinbaum aseguró la continuidad de la austeridad republicana, impuesta durante el sexenio pasado, además de negar la imposición de nuevas cargas fiscales para la población, de acuerdo con su primer informe de gobierno.
En el documento, con datos a junio, la Ejecutiva federal aseguró que se han generado ahorros por 6.5 millones de pesos ante las medidas de austeridad que se han impuesto, además de asegurar que se mantienen finanzas públicas sanas.
“El uso responsable, eficiente y transparente de los recursos públicos bajo los principios de la austeridad republicana, aunado al manejo prudente y equilibrado de la deuda pública, contribuyeron a mantener finanzas públicas sustentables”, se lee en el informe de gobierno.
En este tenor, señaló que se ha logrado fortalecer los ingresos públicos, principalmente del lado de las aduanas y por el combate a la corrupción, dando así continuidad a lo visto en el sexenio pasado.
“El objetivo es asegurar una recaudación más justa, equitativa y solidaria en el 2025 que permita una mayor disponibilidad de recursos, sin incrementar los impuestos vigentes, ni recurrir a la creación de nuevas cargas fiscales para la ciudadanía”, consignó.
Del lado de la deuda, el gobierno aseguró que se enfocó en atender los requerimientos de financiamiento en el mercado local, con esquemas a tasa fija y de largo plazo, siempre en busca de reducir costos y riesgos y en línea con el techo de endeudamiento autorizado por el Congreso, además de refinanciar y mejorar el perfil de vencimientos del portafolio de deuda.
Pese a que existen cifras actualizadas a julio, el gobierno optó por utilizar los datos al primer semestre del año, en donde se observa un menor gasto público, mayores ingresos así como una reducción del déficit fiscal.
“El dinero del pueblo se maneja con austeridad, honestidad y transparencia. El gasto público se enfocó a las áreas estratégicas que potencien el crecimiento económico. Siendo una prioridad de esta administración, se garantizaron los recursos para los programas sociales, cruciales para mejorar la calidad de vida de la población y reducir la pobreza”.
De esta manera, el gasto público programable – que no considera adefas, costo financiero y participaciones – en el primer semestre sumó 3.09 billones de pesos, lo que representó una caída anual de 7.9 por ciento. Por clasificación funcional, se observan recortes en salud, protección ambiental, educación, vivienda, y otros rubros esenciales para la población, así como en la inversión física; no obstante, el gobierno negó que estos recortes afectaran la provisión de apoyos y otras prestaciones en beneficio de la población.
Pese a no estar dentro del informe de gobierno, el gasto no programable en el periodo fue de 775,864 millones de pesos, 2.7% más en comparación anual. En tanto, el costo financiero de la deuda sumó 700,474 millones de pesos, 10.8% más anual.
En el caso de los ingresos públicos, en el mismo periodo estos sumaron 4.1 billones de pesos, un crecimiento de 3.4% en comparación anual, con lo cual si bien logra solventar el gasto no programable, no logra cubrir el presupuesto no programable.
De esta manera, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) sumaron 567,600 millones de pesos en el periodo.
Fuente: El Financiero