OPINIÓN

Corrupción desenfrenada en el Sindicato del IMSS en Puebla

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Bastaron 11 meses de la nueva administración en el Sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social en Puebla, la cual encabeza el Secretario General, Sergio Herrera Vázquez, y una pandemia para  diagnosticar la corrupción que opera en los altos mandos que antes de su llegada al poder, ostentaban de todo menos de un poder adquisitivo que pudieran presumir como lo hacen actualmente.

Para muestra un botón, pues el mismo personal sindicalizado acusa que han logrado desaparecer poco más de 30 millones de pesos, monto que suma el total de los 2.8 millones de pesos que recibe mensualmente este organismo y han logrado aparecer vehículos último modelo, dignos de un magnate político.

Esta situación ha llevado al borde de la desesperación a los trabajadores que lejos de contar con un representante capaz de resolver sus necesidades, se han encontrado con la verdadera corrupción desenfrenada, pues mientras ellos trabajan a marchas forzadas y con el poco recurso que tienen, el representante sindical se mofa de ellos en un vehículo con un valor de 800 mil pesos, mismo que según versiones extraoficiales utilizó para huir y no hacer frente a los problemas que dejó en plena pandemia.

Es inadmisible el hecho de que los trabajadores no tengan el mínimo equipo necesario para poder desempeñar su labor de una manera digna y con los protocolos sanitarios necesarios, pues no cuentan con cubrebocas, guantes, ventiladores, equipo de seguridad, ni áreas de trabajo acordes, pero sí con una represión para ejercer su profesión o de lo contrario vivir con la amenaza de ser dados de baja, mientras el Secretario General, quema llanta en su deportivo.

Cabe resaltar que no es la primera vez que los trabajadores sindicalizados se quejan de su representante sindical, pues hace unos meses interpusieron una denuncia penal en contra de Sergio Herrera Vázquez, a quien acusaron del delito de falsificación de documentos oficiales.