El México de hoy está gobernado por el PRI autoritario de los setentas, y también por el PRI de las corruptelas descaradas del sexenio pasado. Muchos funcionarios de sexenios pasados, no solamente del PRI, sino también del PAN y PRD, son parte fundamental del actual gobierno.
¿Por qué nadie se dio cuenta de que MORENA era lo más vulgar y nefasto del PRI?
Quizás la respuesta fue porque quién le dio el triunfo a López Obrador en las urnas fueron, no solo los decepcionados de los gobiernos de PAN y PRI, sino también en gran parte los mexicanos menores a 40 años, sólo que los jóvenes mexicanos en su gran mayoría, no saben de historia ni conocen de política y no vieron venir el peligro, hoy sin embargo muchos de ellos saben que aquella publicidad de años atrás tuvo razón, Obrador era efectivamente “Un peligro para México”.
Durante décadas, en México se vivió bajo la idea de que había que “quedar bien con el gobierno”, léase, las personas en el poder. Así el servilismo y la ciega lealtad que se observa en muchos funcionarios públicos, es producto de una cultura muy añeja que se trataba de ser fiel a quien estuviera en el poder, para tener acceso a favores especiales, o simplemente, no ser molestado.
México tardó décadas en superar ese esquema. Ahora parece que es un regreso 40 años atrás, dónde no importaba la capacidad de los servidores públicos sino, “que tan amigos son del poder”.
Desafortunadamente para nosotros los mexicanos, nuestros políticos están en la búsqueda del bienestar personal y de sus allegados, y no de la población en general. Esa podría ser una razón por la que la oposición no está unificada.
Mientras el actual gobierno mantenga a la oposición distraída con las ocurrencias diarias, con esos ridículos como quitar la estatua de Cristóbal Colón o pedir el penacho de Moctezuma, no se podrá consumar una alianza de todos los actores políticos, y el presidente López Obrador y su partido van a navegar en aguas tranquilas hacia las elecciones del 2021.
La desaparición de los 109 Fidecomisos, le han dado al presidente el efectivo necesario para continuar con su compra de votos disfrazada de programas sociales.
Si el presidente López Obrador está siguiendo, como así parece, los pasos de Hugo Chávez, alguien tendrá que decirles que Venezuela tenía, no solamente petróleo, sino minas de oro, y de ahí se ha financiado durante tanto tiempo ese régimen. La situación en México es tan diferente, que aquí ya se habla de disponer del dinero del INFONAVIT, la afores y hasta las Reservas Internacionales. Aunque así fuera, una economía que genera desconfianza, está condenada al fracaso.
Por el bien de los mexicanos, ojalá y la oposición logre unificarse y evitar una verdadera catástrofe en los años venideros.