“El maestro me tomó del cuello y me besó”… Es la frase que a finales de enero pasado congeló la sangre de María, madre de un pequeño de 8 años, víctima de abuso sexual por parte del director y dueño del colegio donde estudiaba: el prestigiado Liceo de León, Guanajuato. El maestro Roberto ‘N’, contó el pequeño a su mamá, lo interceptó una mañana dentro de uno de los baños de la escuela. Le pidió que saliera, pero tuvo que retirarse cuando más niños se hicieron presentes.