El 31 de agosto, durante su acostumbrada conferencia de prensa matutina, el presidente López Obrador anunció con orgullo que, en una encuesta internacional, obviamente no dice cuál, él se encuentra en segundo lugar entre los mandatarios del mundo. Tampoco informa acerca de entre quiénes se realiza la encuesta, ni la metodología que sigue. Desde mi punto de vista, esto es propaganda y nada más.
Existen otras encuestas, como la de la empresa ENKOLL que presentaba una aprobación para el primer informe (agosto 2019) del 73%. Para este segundo informe se presenta una aprobación del 58%. Más allá de encuestas, que pueden ser totalmente manipulables, (hay quien dice que la encuesta es de quien la paga), una prueba fehaciente de la inminente caída de la popularidad del presidente, es la baja aceptación en la venta de boletos para la no-rifa del avión presidencial. Ha trascendido que se está presionando a los empleados de gobierno a comprar dichos boletos, incluso se ha filtrado algún memorándum de la CFE, “invitando” a sus ejecutivos a participar en el sorteo. Un presidente que se dice ser respaldado por 30 millones de ciudadanos no debería tener problema en concretar la venta de los boletos, ni tendría que recurrir a propaganda que ya se nota un tanto desesperada.
El desencanto por la 4T ya se empieza a percibir en el ánimo de la población. En muchas encuestas en redes sociales es aplastante el triunfo de los anti-AMLO. La llamada Red-AMLO ya no hace encuestas, pues desde hace varios meses que ya no ganaban ninguna, derrota que atribuían a los “Bots”, contra los que tantas veces descargó su furia tanto el presidente como su no-primera dama Gutiérrez Müller.
La mayoría silenciosa, ese gran grueso de la población que no se atreve a opinar, que simplemente observa y evalúa, está esperando el surgimiento de un líder que pueda representar una verdadera oposición al actual régimen y eventualmente, lo saque del poder.
“Nadie toma el poder con la finalidad de dejarlo” (Orwell). Desde sus actos de campaña, el ahora presidente López anunciaba con bombo y platillo la “Revocación de mandato”, se sometería a consulta cada dos años si el pueblo quería que siguiera como presidente o no. Lo que nunca dijo, es que ese el mecanismo que utilizó primero Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro en Venezuela para perpetuarse en el poder. La afinidad de los miembros de la 4T al régimen cubano y también al venezolano es más que evidente, sin embargo, hay situaciones que no tienen calculadas, y una de ellas es, esencialmente, México no es Cuba o Venezuela. Los mexicanos pueden ser solidarios en momentos difíciles, como en los temblores, y también pueden ser los narcotraficantes más sanguinarios del mundo. La historia nos arroja las muertas de Juárez, en la última década la cantidad de víctimas a manos del crimen organizado ya es cosa de todos los días. El pueblo de México puede ser el mejor anfitrión, el aliado más leal, y también el más traicionero e hipócrita.
Si este gobierno espera conservar el poder basándose en la lealtad de sus políticos y sus seguidores, se va a topar con pared. En política, y más aún en México, no hay lealtades, hay intereses. Eso se demuestra con los videos de Pío Lorenzo López Obrador, que callaron completamente las voces de la 4T. Ya hay un descontento del polémico Fernández Noroña, quien ya se pensaba presidente de la Cámara de Diputados, y de último momento, y dicho por el mismo Fernández Noroña, el presidente López Obrador decidió entregar dicha presidencia al PRI. Es de esperarse una reacción negativa por parte de aquellos que se sientan afectados por esta decisión, y que, de alguna manera, confirma lo que es un secreto a voces, la alianza PRI-MORENA que permitió la llegada al poder del actual régimen.
También el domingo pasado hubo una manifestación que cubrió la plancha del zócalo de la Cd. de México con protestas en contra del actual gobierno. Cada día surgen más y más organizaciones anti-AMLO, que poco a poco irán ganado adeptos. Por mucho que el presidente siga haciendo propaganda de su gobierno, la realidad es aplastante e, inevitablemente, está dejando al descubierto la fragilidad de su régimen.
En San Martín Texmelucan ya se empieza a sentir la fuerza y el peso de las organizaciones empresariales. Ya se organizan protestas y no sería nada raro que de esta crisis de seguridad que vive el Municipio, surja un verdadero líder que inspire a la población y, esperemos, termine con este gobierno de improvisados, corruptos e ineptos.