Cada día se escucha al presidente López Obrador presumir en la mañanera sus recortes. Ahorraron tanto que la aviación perdió $10 mil millones en un día, Teotihuacán dejará de ser patrimonio de la humanidad y, de pilón, se cayó el metro y hay graves problemas de salud.

Felicidades por los ahorros, lo bueno es que el inviable aeropuerto de Santa Lucía sigue, el destructor e innecesario Tren Maya sigue en marcha, y la imposible construcción de la refinería de Dos Bocas sigue consumiendo recursos.

La FAA (Administración Federal de Aviación de Estados Unidos) degradó ayer a la aviación civil mexicana a nivel 2. La razón es el incumplimiento de normas internacionales en seguridad de aerolíneas, personal, experiencia técnica, etcétera. Esto implica que no podrán ampliarse las rutas entre México y Estados Unidos por parte de aerolíneas mexicanas y que no podrán venderse códigos compartidos con empresas de ese país, principalmente.

En el caso de la refinación de petróleo, López Obrador apostó 12 mil millones de dólares a algo que hubiese costado mil 200, y que pudo comprar el primer día de su gobierno, y no seguir esperando, como hoy, dos, tres o más años para tener resultados. De este tamaño es el costo de los caprichos y la incompetencia de este gobierno.

Anuncia el presidente Andrés Manuel López Obrador, un plan de rescate para telégrafos de México. En un mundo que difícilmente utiliza teléfonos fijos, en la era de la informática, se insiste en regresar al pasado.

La forma tan peculiar que tiene AMLO para manipular ideas y llenar de falsas esperanzas a sus seguidores ya está cayendo en lo absurdo. Somos testigos del peor momento para la democracia en México, de la mayor inseguridad, de la corrupción más descarada, del nepotismo, de todo aquello que se despreció en el pasado, ahora lo vivimos de una forma cotidiana, y lo que es peor, ya lo vemos como algo normal. No es normal que el jefe de la nación mienta 83 veces en cada mañanera, y lo que es menos normal es que, como ciudadanos, no nos importe ese hecho.

Hay que tener compasión de la mente que ve política e ideología en todo. Se condenan a no disfrutar la vida, a la amargura, a la división, al conflicto. Viven en el más bajo escalafón del nivel humano. Así es la ideología de la cuarta transformación, siempre confrontando, insultando, despreciando, intimidando. Tratando de imponer una forma de vida que solamente es benéfica para sus allegados, para aquellos privilegiados que viven del presupuesto y que ahora se aferran a él. Terrible la desunión que existe en México. Observemos a los candidatos de la cuarta transformación, su falta de resultados es tan evidente, que ya ni con teorías de la conspiración, ni con montajes, ni con discursos plagados de mentiras, de resentimiento, ya con nada pueden tapar la realidad. Nuestro país nunca había estado bajo una amenaza tan grande e inminente como la que tenemos ahora.

El crimen organizado está participando activamente en la elección asesinando y violentando candidatos de todos los partidos, con la absurda pasividad del gobierno federal, que está más preocupado por sus críticos que por la violencia.
Este gobierno no nos ha respondido. Tuvo toda la confianza, tuvo todas las herramientas para hacer de este México, un México próspero, sin embargo, lo ha convertido en un México cada día más pobre, cada día más dividido, cada día más lejos de lo que realmente merece.

Tenemos un México a la altura del gobierno de López Obrador, muy lejos del México que merecen sus pobladores.
Salgamos a votar pensando en futuro, sin olvidar este presente. Este presente en el que vivimos con miedo, en que el crimen organizado mata impunemente ya no solamente a sus contrincantes, sino a quien se le antoje. Así pueden ser mujeres y niños de la familia Lebarón, a los que quemaron vivos. Así sea el abogado de la familia Lebarón a plena luz del día. Así sea una mujer candidata en Moroleón, Guanajuato, en pleno acto de campaña. Así se trate de activistas en la sierra de Puebla. Ya nadie se salva.

Razona tu voto solo hay dos opciones, o votas oposición y botas a Morena, o votas Morena y aliados, y botas tu libertad, economía, salud y seguridad.