Entre atentados y asesinatos 

Entre atentados y asesinatos 

Algo muy delicado es lo que está ocurriendo en el proceso electoral previo al 2 de junio donde al menos en Puebla, los asesinatos, amenazas y atentados, son algo inusual si nos comparamos con otros estados de la República.

Lo que ocurrió este sábado más allá de plantearlo como un montaje del candidato Eduardo Rivera para sumar puntos o no, deberíamos preguntarnos ¿en qué momento normalizamos la violencia? Porque si algo es real es que hubo 3 personas lesionadas, que tuvieron como maleficio ser vecinos del candidato a la gubernatura. 

Muchas dudas existen alrededor del atentado que se registró el fin de semana en el fraccionamiento en el que vive Eduardo Rivera, como por ejemplo, si iban directamente por él ¿por qué se equivocaron de casa?, lamentablemente tenemos como muestra muchos candidatos asesinados en este proceso, en el que si algo nos queda claro es que cuando alguien decide sobre la vida de otra persona, no van a preguntar si es o no la casa donde vive, simplemente ejecutan la orden. 

¿Quién y qué mensaje nos quieren dar a los ciudadanos? Porque definitivamente el hecho de que la seguridad no esté garantizada ni si quiera a los candidatos, le quita ánimos a los votantes de ejercer su derecho en las urnas este 2 de junio. 

Y lo peor ¿qué nivel de candidatos nos están representando? ¿En manos de quién va a quedar el estado? En manos de uno que manda a dar “sustitos”, o de otro que se fabrica atentados para subir la intención del voto por él; cualquiera que sea el caso, es reprobable y lamentable.

Mientras tanto y en más de una jornada electoral violenta, fue asesinado el hijo del candidato a la presidencia municipal de Benemérito de las Américas, Juan Gómez Morales (conocido como Juan Changarro), en Chiapas, esto durante un atentado en el que el candidato sobrevivió y resultaron heridas 18 personas de su equipo de campaña. 

¿Cuántos atentados o asesinatos más nos faltan? Espero que ninguno, aunque de margen ya tenemos un panorama de lo que tristemente será la seguridad en gran parte del territorio mexicano y Puebla no es la excepción.