Hoy me declaro fan de la estrategia social que caracteriza y le ha funcionado a Andrés Manuel López Obrador, entre la que destaca utilizar fechas, nombres, frases, necesidades y ayer en la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), le funcionó vender tlayudas y hasta muñequitos con sus rasgos físicos.
Esta obra, que es hasta el momento la más grande inaugurada en la administración de la 4T, es también la más costosa y peor hecha y no podía pasar desapercibida por Epigmenio Ibarra, el escritor oficial de esta serie que al menos en su libreto, parece ser gobernada por el crimen organizado que casualmente alberga a la única aerolínea internacional que opera en este Aeropuerto y que es venezolana, esperemos que no sea para traficar cocaína o cualquier otra droga, pero ese es tema de otra columna; sin embargo, el presidente no podía dejar pasar sin un documental la historia y realización del AIFA, mismo que ya se puede ver en diversas plataformas, incluso es proyectado al interior del aeropuerto para que los viajeros se entretengan ante la enorme demanda de vuelos sobtetodo internacionales.
López Obrador es tan astuto que se escogió una fecha importante para la inauguración como lo es el natalicio de Benito Juárez y el equinoccio de la primavera que siempre augura nuevos comienzos y ayer la volvió a hacer ante la nula demanda de renta de locales, colocando el comercio informal en los pasillos del AIFA con señoras que vendieron tlayudas en donde se veían largas filas para comprar este característico platillo mexicano, largas filas sí, pero de sus acarreados. También vendió muñequitos con sus características físicas, porque seguramente todos los mexicanos queremos una caricatura suya en nuestros hogares y no podían faltar gorras y playeras dignas de una campaña política ante la muy cercana consulta popular.
Llama mucho la atención que una mega obra tan elevada en costo, no sea benéfica para la inversión privada que seguramente si vieran oportunidad de negocio en el AIFA, hubieran abarrotado todos los locales que están disponibles para comercializar tlayudas, mini AMLO y todo lo que ayer el presidente comercializó como tianguis en día festivo. La renta de estos espacios va desde los 155 mil 524 pesos al mes si se trata de bodegas, 27 mil 530 pesos en caso de locales y 17 mil 667 pesos para las oficinas.
También asombró que López Obrador solo se limitara a decir durante la inauguración, “misión cumplida”, cuando aún los accesos, al menos de la México-Pachuca todavía están inconclusos y la vialidad tiene congestionamientos.
De las otras grandes obras como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, mejor ni hablamos porque también se les augura un rotundo fracaso, una pena que no todos los mexicanos logran ver.