En pleno rebrote de la pandemia por COVID-19 y estando a nada, nuevamente, del colapso hospitalario tras la alta demanda de camas en un hospital ya sea público o privado, el extinto Hospital San Alejandro, lejos de ser reubicado y reconstruido, está siendo testigo de que la rapiña humana no conoce límites y quienes en su momento lo administraron y manejaron lo saben y lo saben muy bien.

Para muestra un botón y el botón es el saqueo de equipos médicos como elevadores, calderas y en general bienes muebles de este hospital que según versiones del mismo personal, datan desde hace 3 años, específicamente después del sismo en septiembre de 2017 donde fue declarado inhabilitado, mismos que acusan han sido fraguados por el jefe de mantenimiento del inmueble, Jonás Espíndola.

Pero como en todas las historias de rapiña, nunca es una persona la encargada de realizar los atracos internos para poder comercializarlos afuera, es decir, necesita de cómplices, en este caso, además del jefe de mantenimiento, trascendió, se encuentra involucrada la pareja sentimental de éste, Mayra N. y la contadora del lugar Alicia Bello quien es además, la encargada del inventario y control de los bienes muebles; inventario cuadrado a beneficio personal desde el año 2018, donde fuentes cercanas a este medio también involucran al arquitecto Arturo Palacios, en ese entonces, encargado de la oficina de Servicios Administrativos.

La incertidumbre surge y se acrecenta después del despido, la semana pasada, del jefe de Servicios Generales, Abraham Lozano Guerrero y del jefe de Servicios Complementarios, José Luis Rosas Sánchez, pues se sabe fue el Órgano Interno de Control del IMSS el que tomó la decisión de la rescisión de contratos, sin embargo, no existe una investigación a fondo desde el año 2017, donde inició el robo y la comercialización como chatarra de lo que alguna vez fuera el Hospital San Alejandro, empezando por el personal de seguridad que cuida el lugar.

Por lo que el personal que laboró en su momento en dicho nosocomio, manifiesta que los movimientos dentro del IMSS no son casualidad, pues quieren beneficiarse  de los movimientos que se están haciendo en la Delegación para colocar a personal experto en saquear al Seguro Social como por ejemplo al ex jefe de la Supervisión de Equipos Médicos, Antonio Martínez, bajo el pretexto de orientar los recursos a la pandemia, contratando más personal, al cual le pagarán salario para que termine de vender lo que queda de San Alejandro.