La Secretaría de Salud y el IMSS-Bienestar reconocieron que la disponibilidad de medicamentos e insumos en hospitales de Puebla se mantiene entre 60 y 70 por ciento, lo que implica un desabasto de 30 a 40 por ciento. En un comunicado oficial, ambas dependencias reiteraron su disposición al diálogo y la atención permanente a las demandas de los trabajadores del sector salud, particularmente de la sección 25 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa).

Destacaron que trabajan de manera coordinada para garantizar el abasto de medicamentos e insumos, así como para fortalecer la atención a la población mediante la contratación de más de mil 500 trabajadores en distintas categorías durante el último año.

Además, señalaron que no existen reportes formales sobre amenazas a personal médico derivadas de supuestas negativas de atención y que mantienen la coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública estatal para salvaguardar la integridad de los trabajadores.

El gobierno de Puebla, a través de la Secretaría de Salud, enfatizó que los canales de diálogo permanecen abiertos mediante mesas de negociación, donde se ha demostrado plena disposición para atender inquietudes de manera respetuosa y constructiva.

En contraste con la versión oficial, el contexto en los hospitales poblanos revela una crisis persistente. El Sntsa, encabezado por Julio Alfredo García, ha advertido que la transferencia de 664 unidades médicas a la Federación, como parte de la implementación del modelo IMSS Bienestar, no ha traído mejoras sustanciales, sino que ha complicado la operación y deteriorado la atención a la población más vulnerable.

El sindicato ha denunciado condiciones precarias en hospitales, como drenajes colapsados, áreas infestadas por fauna nociva y ambulancias deterioradas. La falta de insumos y medicamentos básicos, así como la insuficiencia de personal en servicios críticos, ha generado sobrecarga de trabajo y malestar entre los empleados.

También ha señalado que el proceso de descentralización y la implementación del nuevo modelo de atención han generado carencias estructurales y agravado la crisis operativa.

Además, la insuficiencia de insumos básicos, como soluciones intravenosas y medicamentos esenciales, en ocasiones solo se resuelve mediante donaciones. Las carencias afectan al personal médico y a la población más vulnerable, que ve limitada su capacidad para recibir atención oportuna.

Las autoridades de Salud concluyeron que continuarán la atención a las demandas sindicales y la coordinación interinstitucional para mejorar las condiciones laborales y la calidad de los servicios médicos.