OPINIÓN

La visita incómoda de AMLO a Puebla

CAUSA Y EFECTO

Por José Antonio de la Vega Moreno

La visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a Puebla –el miércoles pasado- dejó más una estela de incertidumbre que de confianza.

Su estancia en la entidad mostró lo que todas las mañanas desde Palacio Nacional ha trabajado, la división de los sectores sociales. 

Vamos, la división, enfrentamiento, entre liberales y neoliberales.

El rostro adusto de Andrés Manuel López Obrador, no ayudó en nada a la percepción de la existencia de un acercamiento sano entre él y el gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta.

AMLO mostró mayor calidez y reconocimiento al trabajo del Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez –donde inició su gira de esta semana- que lo realizado en Puebla.

El presidente de México tuvo que soportar lo raspado y mermado de su popularidad, al enfrentar a diversos sectores de la sociedad poblana, que le demandaban apoyos y proyectos que los ayude a salir del desempleo, de la desesperación de no contar con una brújula social adecuada.

Lo paradójico de la visita del presidente, López Obrador, es cuando, por un lado, encabeza la ceremonia por el 54 Aniversario del Plan DN-III-E en el municipio de San Pedro Cholula, pero por el otro, quiere borrar de un plumazo el Fondo Nacional para Desastres Naturales (FONDEN).

No sería mejor, disminuir la burocracia, ir contra actos de corrupción, impedir lucro con la tragedia, vamos, mejorar procedimientos en su interior que desaparecerlo.

Por eso y más, la estancia de Andrés Manuel López Obrador en Puebla, se mostró como una visita incómoda, para los poblanos y para el ejecutivo del estado.

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La propuesta absurda del IEE.

No había escuchado propuesta más absurda en los últimos tiempos, que poner escolta a la diputada del Partido Encuentro Social, Nora Merino Escamilla por violencia política.

Peor aún, que la legisladora, mencione que está en el análisis de recibirla o no.

El diputado Héctor Alonso Granados, es un misógino calificado, más no un asesino.

Lamentable.

Las mujeres han luchado durante muchos años por sus derechos políticos electorales. Este 2020 se busca armonizar la Ley de Violencia Política en razón de género, lo cual, beneficiaría a las mujeres poblanas sin distingos de partido.

Pensar ponerle una escolta a la diputada Nora Merino, no sólo es ofensivo, sino abre la posibilidad de lucrar con una mujer. 

Además, porque es un acto de discriminación para los cientos de mujeres que a diario son sujetas de violencia política en sus municipios, espacios laborales, incluyendo a medios de comunicación, ejemplos hartos. 

La escolta se les dará a todas ellas. 

Merino Escamilla mejor tendría que apoyar, impulsar, mover, desde su bancada, la tarea de armonizar dicha ley y sacarla de la congeladora donde la depositaron.

Eso sí, sería calificado como un acto de voluntad política para salvaguardar los derechos políticos electorales de todas las poblanas.

No se puede prestar a esta burla para las mujeres o la diputada acabará siéndolo para ellas.

Al tiempo.