En Puebla al igual que en la ciudad de México, ya comenzaron “los destapes de las corcholatas”, mismos que corresponden a la estructura del envase que representan y que como tal, llevan un propósito más allá de solo alzar la mano y decir “yo quiero ser gobernador”, saben que mantenerse vigentes es vital previo a la decisión final.
La semana pasada y en orden de importancia de acuerdo al cargo que actualmente desempeñan, vimos una pasarela de corcholatas refresqueras de agua mineral recién agitada, que a la menor provocación se destaparon a presión de otro tehuacanero, el gobernador del Estado de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta.
Sin embargo hay dos personajes que de entrada ya sabemos que quieren pero que aún no se destapan de manera pública y me refiero a los Mier. El senador Alejandro Armenta Mier, quien ya inició su campaña desde hace meses y que con todo y un libro plagiado sí o sí quiere ser la corcholata elegida de Morena para representar en las boletas electorales del 2024 a su partido político, pero también para ser el sucesor de Miguel Barbosa.
Luego tenemos a Ignacio Mier Velasco, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, quien justamente ayer compartió con los medios de comunicación su postura respecto a las denuncias que interpuso por tráfico de influencias, entre otros delitos, ante la Fiscalía General de la República contra el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa; el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto; su primo y senador, Alejandro Armenta Mier y del Fiscal en Puebla, Gilberto Higuera Bernal. Sobre esta corcholata hay acusaciones por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y la creación o participación de empresas fantasma; mientras tanto el gobernador le respondió tajante: “segundón”.
Posteriormente, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso de Puebla, se convirtió de manera oficial en ser el primero en levantar la mano por ordenes del gobernador Barbosa Huerta para ir en la lista de las corcholatas del jefe del ejecutivo estatal y en una de esas ser su propuesta final ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, hay que recordar que en la política nada está escrito y siempre hay sorpresas.
Gabriel Biestro, Secretario de Trabajo también se sumó a los que dicen “yo quiero”, bajo la postura de que pertenece a la verdadera Morena porque ahí inició su camino político, sin embargo, sería prudente que analizara que eso no es suficiente para ser “el elegido”, Morena está lleno de todo, literalmente de todos los partidos políticos y los principales cargos los ocupan quienes han “chapulineado”.
Y cuando pensabamos que ya no habría más destapados impuestos, decidió hacerlo Melitón Lozano, actual Secretario de Educación en Puebla, en compañía de su esposa bajo una producción bastante mala, algo que indica que cumplió con la petición de su supremo y que al menos lo que transmitió fue una postura “por no dejar”.
En el caso de las damas, que si bien han ido ganando terreno político, aún prefieren mantenerse al margen de los destapados, quieren pero no lo dicen abiertamente o bien, aún no reciben la instrucción para hacerlo, es el caso de Julieta Vences Valencia, Olivia Salomón Vivaldo y Lizeth Sánchez García quienes se desempeñan como diputada federal, secretaria de Economía y de Bienestar, respectivamente.
Mientras tanto hay que recordar las palabras del gobernador en torno al presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, quien manifestó que todo mundo sabe que quiere ser gobernador y que por eso está trabajando. Yo me quedo con que ya iniciaron los tiempos en los que todos son santos y nadie es pecador, y los trapos sucios que ya están saliendo tendrán que blanquearse antes de que los tiren por percudidos.