Los Héroes reales de México
Con la llegada de septiembre, el mes patrio, también llega le época de desempolvar a todos aquellos participantes en la guerra de Independencia. Así, vemos jóvenes disfrazados de Miguel Hidalgo, otros con su paliacate estilo Morelos, las damas vestidas de chinas poblanas, muchos niños con silbatos, en fin, el sentimiento patrio se puede notar por cada rincón de nuestro país.
Los símbolos patrios nos dan un sentido de pertenencia. El Águila parada encima de un nopal es el Tótem por excelencia para los mexicanos, pues les recuerda a aquellos antepasados llegados de tierras lejanas en busca de la tierra prometida, señalada para ellos por aquel Dios a quien tanto veneraron y que, en recompensa por su lealtad, les ha regalado un lugar dónde pudieran establecerse y fundar su patria. Curiosamente esta historia se parece a la de muchos pueblos alrededor del mundo, especialmente al hebreo.
En el México del año 2020, hacen ya mucha falta nuevos héroes. Ahora, gracias a la tecnología, es mucho más difícil fabricarlos. Ahora los héroes deben ser más apegados a la realidad. Es curioso, pero es ahora mismo cuando se puede ver que estamos rodeados por héroes anónimos, personas comunes que todos los días arriesgan su vida por construir un México más justo. Así, podemos ver en medio de una pandemia a personal de salud, arriesgando a cada instante su vida por seguir al servicio de otros. La falta de equipo no los detuvo, muchos fueron ignorados olímpicamente cuando hacían protestas afuera de los hospitales, otros fueron encarcelados injustamente por levantar la voz, fueron estigmatizados y hasta tratados con desprecio, pero eso no los detuvo.
Tampoco los detuvo saber que México ocupa el primer lugar a nivel mundial en muertes de personal de salud. Ha podido más el amor a su gente, ha podido más el cariño a su patria. Y siguen trabajando, preocupados por el inminente rebrote, porque en lugar de recibir material médico reciben boletos para la rifa de un avión que no se puede rifar. No se detienen, porque saben que en sus manos están las vidas de sus vecinos, de sus amigos, de personas que quizá no conozcan, pero que son seres humanos igual que ellos, que son sus compatriotas, y ese es motivo suficiente para arriesgar su vida.
También están esas madres que tomaron la CNDH, buscando justicia para sus hijas, verdaderas heroínas que a sabiendas que serían desprestigiadas por el mismo presidente López Obrador, por el cual votaron cuando les prometió justicia, ahora les llama manipuladas, conservadoras. Si eso es correcto, entonces todo México es conservador, si exigir la protección y la justicia de un gobierno nos hace conservadores, pues que así sea.
Deberíamos de seguir el ejemplo, no de aquellos héroes del pasado, sino de los héroes de hoy, de aquellos empresarios que, sin apoyo de ninguna índole, en medio de la peor crisis económica de la que se tenga registro, todos los días salen a trabajar como el motor de la economía que son, todos los días arriesgan su patrimonio, su salud, por amor a su familia, por amor a esta gran comunidad llamada México.
Que decir de aquellos paisanos que han roto todos los récords de remesas, que hoy que se necesita, han estado enviando a sus familias el producto de su trabajo. Este es un motivo de orgullo para nosotros como mexicanos, pero es una vergüenza para un gobierno que ha sido incapaz de generar las condiciones adecuadas para que estás personas, que tanto aman a su patria, tengan que entregar su esfuerzo a un país vecino, que, dicho sea de paso, también se encuentra en crisis de salud y económica.
Los héroes están aquí, y todos los días están luchando por darnos Patria. Este gobierno sí puede derivar en una transformación, pero no como se piensa. Ya en marzo pasado las protestas de mujeres pusieron a temblar el régimen, y ahí sí, la pandemia le cayó como anillo al dedo al presidente López.
El México real no es un tigre, es una leona que va a defender a los suyos, es el poder de la mujer que ha perdido familiares por el mal manejo de la pandemia, es la madre que se convirtió en cabeza de familia, es la abuela que, a pesar de los años, siguen siendo la guía espiritual, la fuente de consejo, es la profesionista que se abre paso en un mundo todavía machista. Regresando a los símbolos patrios, ¿acaso no el cura Hidalgo utilizó la imagen de una mujer en un estandarte para encabezar la lucha?
En el México del año 2020 la historia la escriben hombres y mujeres en igualdad. Heroínas y héroes a quienes debemos apoyar en su lucha, porque no es la lucha de unos pocos, es la lucha de un pueblo por defender su Patria, esa Patria que muchos llamamos hogar.