México el peor lugar para vivir durante la pandemia

La semana pasada, la compañía estadounidense de asesoría financiera, Bloomberg, a través de su sitio de noticias, publicó una lista de los mejores y peores países del mundo para vivir durante la pandemia. El estudio incluyó a 53 países por su importancia a nivel mundial.

Tristemente, México resultó el peor sitio de los 53 países que incluía el estudio. Países con problemáticas y niveles de pobreza muy superiores a México, quedaron mejor colocados, tal es el caso de Irak, Irán, Nigeria, Pakistán o Perú.

El Gobierno de la República, por medio del Dr. López-Gatell y el propio presidente, ha repetido en incontables ocasiones que la pandemia ya se domó, que la curva se aplanó, que los contagios han disminuido, que hay suficientes camas en los hospitales, lo más grave, que el uso del cubrebocas es irrelevante.

A estas alturas de la pandemia está comprobado científicamente que entre más gente use el cubrebocas, menos contagios habrá de coronavirus y, por lo tanto, menos muertos. No hay duda: mientras no haya vacuna, la mejor protección es el cubrebocas.

Gerardo Fernández Noroña, diputado federal por el PT, quien se ha destacado denostar el uso del cubrebocas, provocó la suspensión de una sesión presencial del Consejo General del INE por oponerse a acatar el protocolo de usar cubrebocas durante su intervención. Reconvenido por el consejero presidente Lorenzo Córdova, Fernández Noroña alegó que, al hablar, “consumo mucha energía” (sic), lo cual lo hace que tenga que tomar agua constantemente, y que no iba a permitir que lo amordazaran (sic). Ante el reiterado desacato, la sesión presencial debió ser suspendida para reanudarse en forma virtual. El diputado se justificó alegando que: “El responsable del manejo de la pandemia a nivel nacional, Hugo López-Gatell, insiste en que el cubrebocas da una falsa sensación de seguridad y no evita el contagio”, dijo.

Al día siguiente, le preguntaron a López Obrador, qué pensaba de lo que había sucedido con este legislador. La respuesta del presidente fue: “Mire, lo más importante es la libertad. Entonces, la gente tiene que decidir libremente y tenerles confianza a los mexicanos porque siempre actúan con sabiduría, el pueblo es sabio”. Y no dejó pasar la oportunidad de citar una de sus frases favoritas: “prohibido prohibir”.

El presidente López Obrador se ha rehusado a utilizarlo en público. Sólo se lo pone cuando viaja en avión porque ahí sí es obligatorio: las aerolíneas no dejan volar a los pasajeros que no llevan correctamente colocado, o cuando visitó al aun Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En declaraciones hechas por el director de la Organización Mundial de la Salud, este lunes 30 de noviembre señala que: “México sigue gravemente afectado por el COVID-19. A todos los líderes del mundo les diríamos que es muy importante que sean un modelo en el uso de mascarillas. La gente requiere comunicación muy clara. Si lo que ven en un cartel, no lo cumplen las autoridades hay confusión”.

“La situación en México es muy preocupante. Los números muestran que el país está en mala situación. Cuando suben los casos y también las muertes es un problema muy serio y pediríamos a México que sea serio”.

La OMS le pide al Gobierno de la República seriedad en el manejo de la pandemia. Se lo pide a un presidente que no usa cubrebocas. A un secretario de salud que solamente aparece para la foto. A un subsecretario, encargado específicamente del manejo de la pandemia, que argumenta que los cubrebocas “sirven para lo que sirven, y no sirven para lo que no sirven”, y cuando le cuestionan acerca de los ya más de 105 mil muertos responde: “Los que fallecieron, fallecieron”. Vergüenza internacional.

No hay duda de la utilidad del cubrebocas. Quienes se resisten a usarlo o no se lo colocan correctamente provocan un riesgo de contagio no sólo para ellos mismos, sino también para los demás, pues es sabido que un porcentaje importante de personas no llega a presentar síntomas o para cuando los presenta ya tuvo la oportunidad de contagiar a otros. No existe la libertad de pronunciarse contra el conocimiento científico, máxime cuando quien lo hace crea un peligro para los demás.

De la misma forma en que está prohibido manejar un vehículo en estado de ebriedad, debe ser obligatorio el uso del cubrebocas. Un ebrio manejando es un peligro para sí mismo, pero también lo es para los demás.  El uso del cubrebocas no es solamente para proteger al individuo que la usa, sino para proteger a los demás. Si alguien está infectado de coronavirus, y no lo sabe porque es asintomático, la mejor manera de no infectar a otros es usando el cubrebocas.

Seamos responsables y cuidemos nuestra salud, y al mismo tiempo, protejamos la de los demás. Por favor, tomen todas las medidas de prevención posibles.