OPINIÓN

México tiene petróleo pero Pemex no tiene recurso

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Pemex ¿quién imaginaría que la paraestatal que algún día fue la gallina de los huevos de oro, la principal empresa productiva del Estado y el motor de desarrollo económico del país, hoy, necesita un plan de rescate económico urgente?, porque resulta irónico, México tiene petróleo para rato, pero Pemex está a nada de costar más de lo que produce.

Aquí no hace falta ser experto en economía para darse cuenta que tenemos problemas y problemas serios al tocar precios de la mezcla mexicana a la espeluznante cifra de -2.37 dólares este pasado lunes y que si bien, se recuperó al día siguiente a los 7 dólares por barril, siguen estando muy por debajo de los 49 dólares estimados en el Presupuesto Federal 2020 y también de los 14 dólares que según Pemex, le cuesta producir un barril de petróleo.

Pero en realidad este podría ser el inicio de un pronóstico de aquellos que sí son expertos en economía y negocios, pues el año pasado Pemex ya era declarada en “quiebra técnica” según el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), en donde analizaron la situación financiera de la petrolera y los apoyos gubernamentales anunciados por la actual administración federal.

Y aunque Andrés Manuel López Obrador ha declarado que se tienen reservas suficientes y que ajustará los gastos de gobierno sin despedir a trabajadores, el futuro no se ve prometedor si tomamos en cuenta que a Pemex ya le han invertido millones de pesos de recursos fiscales en un rescate que hasta hoy no ha dado resultados.

La realidad es que la relación de la petrolera con la Cuarta Transformación tampoco ha sido bien vista por los ojos de las calificadoras internacionales, por ejemplo, la agencia calificadora Moody’s rebajó la calificación de Pemex a negativa,  y declaró que Pemex podría sobresalir si la manejaran como lo que es, una empresa de rubro energético.

Algo que todos los que han sido presidentes después de Lázaro Cárdenas no han entendido, pues Pemex fue desde siempre la proveedora de México y hoy, la han dejado endeudada y al borde de un precipicio del que esperemos sea rescatada.