No alcanza registro para partido político
CAUSA Y EFECTO
Por José Antonio de la Vega Moreno
Movimiento Antorchista Poblano perdió su última oportunidad de convertirse en partido político estatal, tras la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación –luego de que la semana pasada se les notificó- que en sus asambleas cayeron o incurrieron en irregularidades para lograrlo.
Antorcha, no pudo limpiar sus procesos de intención para transformarse en instituto político.
De nada les sirvió que hayan presentado inconformidad en torno a la decisión del Tribunal Electoral del Estado, dependencia que fue acusada de sesgar y de mostrar parcialidad para impedir su registro.
Los hermanos Córdova Morán deben estar tristes luego de que no alcanzaron su objetivo político electoral, mismo que iban a utilizar para la elección del próximo 2021.
Antorcha Campesina a lo largo y ancho del país y de nuestra entidad poblana, siempre ha vivido al margen de la ley, invadiendo predios, arrebatando casas, movilizaciones, plantones para presionar a autoridades estatales y municipales.
De ninguna forma le hubiese caído de buena manera a los antorchos, que ahora un ente ciudadano como el INE los normara, revisara, en torno al manejo y aplicación de recursos públicos.
Vamos, los antorchos nunca han brindado cuentas a nadie.
No veo por ningún lado que su ADN sea de brindar justificaciones de sus acciones, de la administración de sus recursos y mucho menos de sus actuaciones en cualquier terreno, político, social e incluso, administrativo municipal.
En lugar de estarse lamentado que el TEPJF les haya negado su registro, deberían estar aplaudiendo esta decisión.
Movimiento Antorchista Poblano, tendrá que esperar nuevas oportunidades, aunque esta vez, lo pensarán dos veces para intentarlo de nuevo.
Mientras tanto, tendrán que estudiar a quién les brindarán su estatura organizacional para las elecciones del próximo año.
Al tiempo.
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A la baja atención a víctimas de violencia.
Ayer domingo por la mañana al recorrer diversos medios de comunicación, me detuve en una nota del Periódico Crónica de Puebla, que me llamó la atención.
Habla de que la Secretaría de Igualdad Sustantiva informó una reducción en atenciones hasta en un 60 por ciento en el primer trimestre de este 2020.
Y sí, sin lugar a dudas pudo haberse presentado un menor reporte o denuncia contra la violencia familiar, misma que ha despejado en el último cuatrimestre, es decir, entre los meses subsecuentes: abril, mayo, junio y julio, las cifras serán escalofriantes.
No perdamos de vista que el confinamiento ha traído para cientos de hogares una situación difícil, en lo económico, en el ambiente familiar y desde luego, en la relación de pareja.
Esperemos los números del segundo trimestre de las víctimas de violencia familiar en el estado.
No tenemos que echar las campanas al vuelo y mucho menos de voltear los ojos a ver lo que sucede en el trance de este confinamiento y que no le vemos para cuando poder volver a la nueva normalidad de manera confiable.
Dos cosas no podemos perder de vista:
La primera: Que las agresiones al interior del hogar crecen día a día y que no son denunciadas por que no hay actividad en juzgados o si la hay, es más un viacrucis para las víctimas que para el victimario.
Y dos: Sigámonos manteniendo en casa y trabajar para ayudar a que los contagios y por consecuencia lógica las defunciones disminuyan.
Esto es responsabilidad de todos.