Puebla, Pue.— Tras los hechos violentos ocurridos durante la marcha del pasado sábado 15 de noviembre, en la que participaron jóvenes de la Generación Z en demanda de mayor seguridad y justicia, ocho de los 18 detenidos fueron trasladados al Reclusorio Preventivo Varonil Norte. Entre ellos, tres enfrentan imputaciones por tentativa de homicidio.
Los detenidos fueron arrestados por su presunta participación en los actos de violencia registrados durante la protesta, que incluyeron enfrentamientos con la policía y daños a la propiedad pública y privada. La Fiscalía General del Estado de Puebla detalló que los tres imputados por tentativa de homicidio son acusados de atacar a oficiales de policía durante los disturbios que se generaron al final de la manifestación.
El resto de los detenidos fue trasladado bajo cargos menores, como alteración del orden público y daños materiales. El gobernador Alejandro Armenta y otros funcionarios estatales han afirmado que las autoridades están comprometidas con esclarecer los hechos y tomar las medidas correspondientes para garantizar que los responsables enfrenten la justicia.
La violencia en la marcha ha generado un debate político, especialmente sobre la responsabilidad de los organizadores y las circunstancias que llevaron a la escalada de los enfrentamientos. Mientras tanto, la familia de Carlos Manzo, caso que motivó la movilización, ha expresado su preocupación por el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades y ha exigido justicia tanto para las víctimas de la violencia durante la protesta como en el caso original de Manzo.









