¿Para quién se gobierna en México?

El país enfrenta más problemas que nunca. Ante este panorama, uno supondría que nuestros legisladores estarían proponiendo reformas para mejorar el sistema de salud, promover el crecimiento económico o enfrentar una violencia desbordada.

Con su reforma a la Ley del Banco de México, el miércoles pasado, el Senado de la República pasó por alto dos principios que el presidente Andrés Manuel López Obrador impulsó en su campaña: no afectar la autonomía del banco central y separar al poder político del poder económico.

De acuerdo con la revista Proceso, las empresas más beneficiadas con esta reforma serán Banco Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, y Banco Coppel o BanCoppel, de la familia Coppel de Sinaloa, que no tiene corresponsales bancarios en Estados Unidos para enviar sus excedentes en dólares.

Banco Azteca no cuenta desde 2017 con convenio de corresponsalía con entidades extranjeras, luego de que la Oficina de Control de Delitos Financieros de Estados Unidos sancionó a su socio, el Lone Star National Bank, por violar la legislación en materia antilavado en su relación con el banco de Salinas Pliego. Esta es la institución de crédito que Banxico ha identificado como la responsable de acumular, en los primeros nueves meses del año, más de 10 millones de dólares en efectivo, una bomba de problemas que, con el apoyo de la 4T y la anuencia de su máximo líder, pretende colocarse en manos del administrador del tesoro nacional.

Actualmente sobran los billetes de dólares en México. Por eso en el aeropuerto capitalino la venta de dólares se encuentra a un precio inferior, a veces más de un peso, al del tipo de cambio interbancario. Esta sobreoferta se debe a los recursos provenientes de los exportadores mexicanos de drogas, que repatrian sus divisas y necesitan convertirlas a pesos. Es falso que el problema sea por el ingreso de remesas. El 99 por ciento de éstas se hace vía transferencia electrónica, según explicó el gobernador de Banxico.

La reforma pone a Banxico en riesgo de ser acusado de lavado de dinero por sus contrapartes en Estados Unidos. Como lo ha dicho su gobernador, cuando se compra un billete se compra su historial. Si éste proviene del crimen organizado, nuestro banco central podría ser aislado del sistema financiero internacional. El costo para el país y para nuestro sistema financiero sería mayúsculo.

El desconocimiento de conceptos básicos de economía de los legisladores como escasez, costo de oportunidad, demanda y oferta, su notoria ignorancia de cómo funcionan los mercados, los ha llevado a legislar desde la ignorancia y sin medir las consecuencias de sus acciones.
Aquí es donde surgen las preguntas: ¿Para quién se gobierna en México? Muchos programas sociales se realizan a través de Banco Azteca, mismo beneficiario de la reforma a la Ley del Banco de México. El otro gran beneficiado es, obviamente, el crimen organizado, porque le abre la puerta para lavar sus ingresos de una forma muy sencilla. Por cierto, hay que recordar que en días pasados se legalizó el uso de la mariguana, producto que, casualmente, también controla el crimen organizado y específicamente el cartel de Sinaloa.
La imagen del presidente López Obrador saludando de mano a la mamá del “chapo” Guzmán, y sus constantes viajes a Sinaloa, parecieran ser una señal que indica para quien se gobierna en este país.