El gobierno de Perú anunció este lunes la ruptura de sus relaciones diplomáticas con México, escalando una crisis bilateral que se agudizó tras el fallido golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo en 2022.
La decisión se toma después de que México confirmó el otorgamiento de asilo diplomático a la ex Primera Ministra peruana, Betssy Chávez, quien es investigada y procesada por su presunta participación en los hechos del 7 de diciembre de 2022.
La Asilada: Betssy Chávez Chino es una abogada y política que fungió como Presidenta del Consejo de Ministros (Primera Ministra) de Perú, la última en el gobierno de Pedro Castillo.
Acusación: La Fiscalía peruana la acusa de ser coautora del delito de rebelión y conspiración, con una solicitud de pena de hasta 25 años de prisión, por su rol durante el intento de disolución del Congreso.
Situación Judicial: Chávez se encontraba procesada en libertad (tras un fallo del Tribunal Constitucional sobre su prisión preventiva), pero con restricciones. Ante esto, solicitó y recibió asilo en la residencia de la embajada de México en Lima.
Postura de Perú: El canciller peruano, Hugo de Zela, calificó la concesión de asilo como un “acto inamistoso” y una “inaceptable injerencia” en los asuntos internos del país, argumentando que México busca “convertir a los autores del intento de golpe de Estado en víctimas”.
Postura de México: El gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha mantenido una política de “solidaridad” y compromiso con el derecho de asilo, un principio histórico de su política exterior. México, al igual que el expresidente Andrés Manuel López Obrador, había calificado la destitución de Castillo como un “Golpe de Estado”.
            
        
            
            
            
            
            
            







