Existe un dicho que dice que todo lo que sube tiene que bajar, y si alguien ya lo comprobó es el Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien ahora pasó a llamarse PRI-MOR por su unión política con MORENA.
Atrás quedó la coalición Va Por México, que gracias a la reforma que pretende dejar la seguridad social en manos del Ejército hasta el 2028, el PRI se vio en la necesidad de “doblar las manos” para unirse al enemigo, o bien, aceptar las consecuencias de los escándalos de su dirigente, Alejandro Moreno, que es bien sabido, incluía material gráfico en su contra.
Si se analiza la situación desde un punto de vista crítico, la mayoría de las principales cabezas al interior de MORENA, tienen sus orígenes en el PRI, empezando por su fundador, Andrés Manuel López Obrador. Por lo que no resulta extraño que se unan estas instituciones políticas que predican con el mismo manual, solo que adaptados a sus tiempos.
Las decisiones que tomen ambos partidos son irreversibles para el camino electoral rumbo al 2024, ambos saben que sumar y restar son operaciones que se deben realizar con la cabeza fría o les puede costar muy caro.
El PRI sabe que no está en condiciones de exigir mucho y sí de cooperar demasiado o terminará de extinguirse lo que queda de lo que alguna vez fue el único partido importante y líder en el país. Mientras que MORENA suma votos a favor, sobretodo en cuanto a reformas y votaciones internas nos referimos, porque si alguien se sabe la historia de los fracasos políticos sin duda alguna es López Obrador y compañía, que por nada del mundo perderán terreno ni antes, ni durante a la siguiente jornada electoral.
Y como en política nada es casualidad, que no nos sorprenda que a la menor provocación o desobediencia de “Alito” Moreno, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, ahora si haga públicos los audios y videos que curiosamente desaparecieron del ojo mediático. ¡Que conveniente!