¿Qué culpa tienen los niños?

¿Qué culpa tienen los niños?

¿Qué culpa pueden tener todos aquellos pequeños y pequeñas que están a la espera de un medicamento que poco a poco va matando el cáncer que de igual manera les está arrebatando la vida?

¿Qué culpa tienen ellos de la ineptitud de un gobierno que sólo se reparte responsabilidades y respuestas ante la prensa?

¿Qué culpa tienen los niños que no saben por qué están enfermos y peor aún, que desconocen por qué no llega la cura?

Por más que trato o tratemos de buscar respuesta, no la encontraremos porque no la hay, no existe. Y es que, no es posible defender lo indefendible ni de explicar lo inexplicable cuando lo que está en disputa es la vida de quienes apenas empiezan a vivir; en general la salud es un derecho, tan es así que lo estipula el artículo 4 de nuestra Constitución.

Tenemos a Hugo López Gatell, el subsecretario de Promoción de la Salud, que desde el inicio de la pandemia por COVID-19 dejó muy en claro que su papel es el de hacer y decir lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador le indique, a él le toca el papel del “bufón” en el Gobierno Federal, supongo que tal envestidura le ha de generar buenos dividendos, porque de otra manera nadie se explica por qué hace lo que hace y dice lo que dice, como por ejemplo que se trata de “una visión casi golpista y que no suman más de 20 las personas que siempre protestando”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que sí hubo desabasto de medicamentos al inicio de su administración, es decir, que desde hace poco más de 2 años inició el viacrucis para todos esos padres de familia que cada nuevo día, para ellos es uno menos, pero AMLO dice que es un sabotaje hecho por parte de empresas que se dedicaban al suministro de los fármacos.

Es así que en los últimos dos años ha minimizado el problema, ocultando información y acusando de malas intenciones e incluso declarando que los padres que se manifiestan buscando y luchando por la salud de sus hijos han sido manipulados por partidos políticos y farmacéuticas que buscan sabotear su lucha contra la corrupción en la venta y distribución de medicamentos.

El desabasto de medicamentos en general rebasa el 40% en México, esto según datos de Enrique Martínez, fundador del Instituto de Investigación e Innovación Farmacéutica, organismo que desde hace 20 años monitorea las compras gubernamentales en el sector; algo grave, algo para preocuparse donde no es posible que la insensibilidad de unos sea la agonía de otros, es inhumano, resulta incluso indescriptible.

Finalmente, denoto que la rendición de cuentas en materia de Salud para los niños que lamentablemente hoy padecen cáncer y que no están recibiendo su tratamiento, será catastrófica y serán imposibles de ocultar, al igual que las muertes por COVID-19 donde los “otros datos” del señor López Gatell y del señor López Obrador, como siempre, no concordarán con los otros datos certeros que tenemos los medios de comunicación y la ciudadanía en general.

Ni un millón de marchas o protestas, como las de ayer, regresarán la salud a todos aquellos niños que entre inocencia e inteligencia saben que su vida depende de algo que no llega, pero sus padres saben que es la única manera para que los escuchen, es lo que está en sus manos, esperemos que la aplicación de los derechos de miles de vidas triunfe sobre la arrogancia e ineptitud de unos cuantos.