La acusación lanzada ayer por el gobierno ruso de que Ucrania intentó matar con drones al presidente Vladimir Putin elevó la tensión al máximo entre los dos países en guerra.
“Anoche, el régimen de Kiev intentó golpear al Kremlin”, en el centro de Moscú, con dos drones que quedaron “fuera de servicio” gracias a “sistemas de radar de guerra electrónica”, indicó la Presidencia rusa. Putin no estaba en el Kremlin en ese momento y se encontraba en su residencia de Novo-Ogaryovo a las afueras de Moscú, dijo su portavoz Dmitry Peskov a la agencia estatal de noticias RIA Novosti.
“Consideramos esas acciones como un intento de acción terrorista y un atentado contra la vida del presidente”, afirmó el Krem- lin, al añadir que “Rusia se reserva el derecho de tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere apropiado”.
Por la nohe, la justicia rusa anunció la apertura de una investigación por “terrorismo en relación con una tentativa de atacar la residencia del Presidente de Rusia en el Kremlin”.
El expresidente ruso, Dmitri Medvedev, abogó por la “eliminación física” del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.
Un video publicado durante la noche en un canal local de Telegram de noticias de Moscú, filmado desde el otro lado del río Moskva desde el Kremlin, parecía mostrar humo que se elevaba sobre los edificios. No fue posible determinar su veracidad. Según el texto que acompaña a las imágenes, los residentes de un edificio de apartamentos cercano informaron haber escuchado explosiones y visto humo alrededor de las 2:30 a.m.
Las acusaciones rusas se producen después de varios actos de sabotaje y de ataques con drones en los últimos días contra zonas de Rusia próximas a la frontera ucraniana. Algunos drones se han estrellado en los últimos meses en la región de Moscú.