Un avión de carga militar turco que transportaba a 20 personas se estrelló el día de ayer cerca de la frontera entre Georgia y Azerbaiyán, en una zona montañosa de difícil acceso. Las autoridades informaron que no hubo sobrevivientes en el accidente, y que todos los ocupantes a bordo, entre los que se encontraban miembros de la tripulación y otros pasajeros, perdieron la vida.
El avión, de acuerdo con las primeras investigaciones, estaba realizando una misión de carga cuando ocurrió el siniestro. Aunque los detalles exactos de las causas del accidente aún no se han confirmado, fuentes del gobierno turco indicaron que se está llevando a cabo una investigación exhaustiva para determinar si el siniestro fue resultado de un fallo mecánico o factores externos, como condiciones meteorológicas adversas.
El accidente ocurrió en la región montañosa de Shida Kartli, al sur de Georgia, donde los equipos de rescate llegaron rápidamente al lugar del impacto. Sin embargo, debido a la dificultad del terreno y el daño sufrido por la aeronave, las labores de recuperación fueron complejas y demoraron varias horas.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y aseguró que el gobierno está colaborando estrechamente con las autoridades de Georgia y Azerbaiyán para esclarecer las causas del accidente y coordinar las labores de rescate. Además, ofreció su apoyo a las familias de los tripulantes caídos y destacó la importancia de conocer a fondo los hechos que llevaron a esta tragedia.
El avión siniestrado pertenecía a la Fuerza Aérea Turca, y se dirigía hacia un destino no especificado en las inmediaciones de la región del Cáucaso. Aún no se han dado a conocer los nombres de los ocupantes ni detalles sobre las nacionalidades, aunque se espera que las autoridades turcas hagan públicos los informes oficiales en las próximas horas.








