Ciudad de México — La reventa de boletos para el Mundial 2026 ha comenzado a generar polémica, con precios desorbitados que han sorprendido a los aficionados del fútbol. En el caso del Estadio Azteca, uno de los escenarios emblemáticos del torneo que se jugará en México, Estados Unidos y Canadá, se han reportado boletos en el mercado secundario que superan los 1 millón de pesos.

El elevado costo está relacionado con la alta demanda por asistir a este evento histórico, ya que el Estadio Azteca será sede de partidos cruciales, incluyendo la final del torneo. Además, la edición de 2026 será la primera vez en la que el Mundial se juegue en tres países de forma conjunta, lo que ha generado un gran interés internacional.

Precios fuera de lo común

Aunque los precios oficiales de los boletos aún no han sido completamente revelados por la FIFA ni por los organizadores del torneo, la reventa ha disparado los costos debido a la exclusividad de los partidos que se jugarán en este estadio. Algunos boletos en sitios no oficiales ya están siendo ofertados por cantidades que van desde 500,000 pesos hasta más de 1 millón de pesos dependiendo de la ubicación en el estadio, los partidos a los que se quiera asistir y la etapa del torneo.

Los boletos más caros corresponden a las zonas más cercanas al campo y para partidos de alto perfil, como la final, las semifinales y los enfrentamientos entre equipos de gran renombre internacional.

Críticas y medidas de la FIFA

El fenómeno de la reventa de boletos no es nuevo en los eventos deportivos de alto perfil, pero este tipo de precios están generando fuertes críticas entre los aficionados, que ven cómo la posibilidad de asistir al Mundial se convierte en un lujo inaccesible para la mayoría de las personas. La FIFA y los organizadores del torneo han advertido que se tomarán medidas para combatir la reventa, y se espera que se implementen sistemas de autenticación y control de acceso para evitar que los boletos lleguen a manos de revendedores.

A pesar de los esfuerzos para controlar la reventa, la alta demanda por asistir a partidos históricos, en uno de los estadios más grandes y emblemáticos del mundo, sigue alimentando esta práctica.

Impacto en la accesibilidad del evento

El precio de los boletos no solo ha levantado preocupaciones sobre la accesibilidad económica del Mundial, sino también sobre el legado que dejará este evento en el país anfitrión. Muchos aficionados señalan que, si bien el Mundial es una excelente oportunidad para el país, los precios excesivos dificultan que los mexicanos puedan disfrutar del evento en su propio territorio.

El Estadio Azteca, que ya fue sede de las finales de los Mundiales de 1970 y 1986, espera recibir a miles de personas de todo el mundo, pero la pregunta sigue siendo si la gran mayoría de los aficionados podrán realmente permitirse vivir la experiencia de ver en vivo uno de los eventos deportivos más importantes del planeta.